El transbordo del AVE en Madrid acabará en enero con la conexión con Atocha

SPC / Valladolid
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La apertura del túnel que conectará las dos estaciones madrileñas permitirá enlazar los trenes de alta velocidad del norte con los del sur

La apertura a primeros de año del túnel urbano entre las estaciones de Chamartín y Atocha vertebrará las comunicaciones ferroviarias entre el norte y el sur de España. Con ello se acabarán los transbordos de terminal en la capital de España de todos los viajeros que se desplacen desde el norte y el noroeste hacia el sur y el este de España.

De esta forma, el actual entramado ‘AVE’ se transformará en unos meses, por lo que a principios de 2016 el pasajero que viaje de norte a sur, por ejemplo, de Valladolid a Sevilla, no tendrá que bajarse en Chamartín y hacer transbordo en metro o cercanías hasta Atocha para coger otro tren. Está previsto que en los primeros meses de 2016 entre en funcionamiento el servicio de alta velocidad que conectará las dos grandes estaciones de Madrid a través del túnel de ancho internacional, que vertebrará la red ferroviaria española, según informa Ical.

Esta infraestructura articulará la conexión de todas las líneas de alta velocidad con origen o destino en la mitad norte peninsular con las que tienen origen o destino en la mitad sur y este. Hasta ahora, sólo había servicios directos con trenes Alvia, denominados ‘pasantes’, que conectan Gijón o Santander con Alicante o Cádiz.

El túnel, una inversión de unos 200 millones, se inició en 2010 y se completó en febrero de 2011. Sin embargo, la crisis retrasó la instalación de sistemas ferroviarios, como la señalización, las telecomunicaciones y la electrificación. Atraviesa el subsuelo de la capital a 45 metros de profundidad y sortea ocho líneas de metro, así como los otros dos túneles en ancho convencional ya existentes entre Atocha y Chamartín. Tiene una longitud de 7,3 kilómetros, de los que 6,8 se excavaron mediante tuneladora, así como nueve salidas de emergencias. El tren circulará a una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora.

Además, se han instalado dos nuevas vías en el tramo Atocha-Torrejón de Velasco adicionales a las dos que ya prestan servicio actualmente, los corredores Madrid-Andalucía y Madrid-Levante. A estas dos infraestructuras se suma la ampliación de la estación de Puerta de Atocha en 2010 con una nueva terminal de llegadas, en 2010.

Precisamente, la extensión de la línea hacia el norte y la conexión con Atocha podrían despejar las dudas surgidas sobre la rentabilidad del corredor del AVE a Valladolid. De hecho, Adif Alta Velocidad ya ha encargado un estudio, que espera tener en unos seis meses, para actualizar la demanda y rentabilidad de la línea Valladolid-Segovia-Madrid.

El pasado 30 de septiembre sumó otros 162 kilómetros, con la apertura de la línea hasta Palencia y León. En el primer mes duplicó el número de viajeros de la relación con Madrid, con un total de 67.000 pasajeros. Sin duda, sus posibilidades se ampliarán con la conexión el próximo año de Chamartín y Atocha, pero también con la apertura de la Variante de Pajares o del AVE a Burgos.

Adif pretende tener una información precisa de la demanda de este corredor, dentro de las acciones de la empresa pública en su estrategia de planificación de la red de alta velocidad española.