Otro símbolo que se tambalea

R. Pérez Barredo / Burgos
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Si se cumple el anuncio del cierre de San Juan de Dios se perderá un referente sociosanitario imbricado en la sociedad

Imagen del Servicio de Maternidad. - Foto: ARCHIVO HOSPITAL¶

No gana para sustos la sociedad burgalesa. La tragedia de Campofrío no ha ocultado otro drama que encierra asimismo un enorme impacto social, que atañe al corazón de la ciudad, a su más sentimental memoria. Si Campofrío era el principal símbolo fabril de Burgos, el Hospital de San Juan de Dios lo es en el ámbito sociosanitario. El centro que regenta la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha anunciado su cierre tras 58 años de servicio si la Junta de Castilla y León no lo remedia. Desde el pasado viernes, el recoleto inmueble inaugurado en el Paseo de la Isla en 1956 luce tachonado de pancartas en las que los trabajadores expresan su protestas y reivindicaciones. La sociedad burgalesa ha acogido también con estupor y rabia la noticia: San Juan de Dios es una institución imbricada en la sociedad. Generaciones de burgaleses han nacido allí; generaciones de burgaleses han expirado allí. El vínculo con la ciudad es tan fuerte que hay quienes no creen que la Junta vaya a dejar caer un símbolo como éste.
«En mi opinión fueron proféticas las palabras del gobernador civil de la provincia, Alejandro Rodríguez de Valcárcel, que en 1951, con ocasión de la colocación de la primera piedra de la entonces Clínica de San Juan de Dios, formuló un deseo en voz alta. ‘Hago votos para que la primera piedra que se acaba de colocar, quede bien asentada en el corazón de todos y cada uno de los burgaleses’.  Desde 1956 hasta hoy, durante sus 58 de actividad, el hospital ha trabajado al servicio de los pacientes con la entrega, la vocación y el carisma propio de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y en reconocimiento de su trayectoria asistencial, la ciudad le otorgó el reconocimiento de Buen Vecino de Burgos», apunta María Jesús Jabato, autora del libro El Hospital de San Juan de Dios de Burgos.Crónica de cincuenta años, publicado en el año 2006.
Para la biógrafa del centro sociosanitario, al margen de los problemas de organización sanitaria y destrucción de empleo, que no son menores, «desde el punto de vista emocional el cierre del Hospital sería una pérdida importantísima por lo que supone de desarraigo de una institución muy querida y apreciada por los burgaleses por la entrega, la generosidad y la profesionalidad desplegada en el desempeño del servicio asistencial. Por ello espero y deseo que la Junta de Castilla y León sepa apreciar estos valores y dé respuesta adecuada a las justas pretensiones que se formulan, y espero y deseo que la ciudad las respalde a través de las instituciones municipales ofreciendo a la Orden Hospitalaria la misma comprensión y ayuda que de ella han recibido los burgaleses, de forma que el hospital pueda afrontar su futuro asistencial con la misma vocación de servicio, con la misma fidelidad, esperanza e ilusión que siempre le ha caracterizado».Es imposible decirlo mejor. Y desde luego más claro.
 
Huerta de los Madrazo.
Fue inaugurado el 15 de enero de 1956 como clínica quirúrgica en una finca de 14.000 metros cuadrados denominada antigua huerta de Los Madrazo. Burgos capital contaba entonces con 75.000 habitantes; casi 400.000 en toda la provincia. Fueron datos tenidos en cuenta a la hora de construir la clínica: se construyó un edificio magnífico, con unas instalaciones fabulosas. Su tarea asistencial comenzó al día siguiente. La primera persona en ingresar en la Clínica San Juan de Dios de cirugía general y maternidad (así se anunciaba el centro) fue una mujer, Delfina M.B., que fue atendida por el doctor José Antonio Garzón. La primera mujer en dar a luz en San Juan de Dios fue Luisa A.A., que alumbró en la mañana de 22 de febrero de 1956 a una niña, a la que llamaron Ana.
Todos los trabajadores sanitarios del centro alabaron siempre la fantástica labor de los hermanos de la Orden de San Juan de Dios, su entusiasmo, su abnegación, su entrega y el cariño que siempre demostraron a todos, sanitarios y pacientes.Ese trato humano contribuyó al sentimiento de admiración y aprecio que la sociedad burgalesa ha tenido siempre para con este centro.San Juan de Dios se adaptó siempre a los tiempos: realizó importantes obras de reforma en la década de los 60 y los 70, lo que ayudó a mantener su impecable atención. Las rehabilitaciones no cesaron en las décadas siguientes, hasta la más reciente.
En 1981 la Orden firmó un concierto con la Seguridad Social; convivieron las tareas quirúrgicas con la labor asistencial. En 1989 el ya llamado Hospital de San Juan de Dios se integró en la red pública sanitaria, que contempló para el centro la transformación de las dependencias sanitarias en ‘Unidades de Larga Estancia’ para enfermos geriátricos de la Seguridad Social. Ese mismo año compatibilizó la asistencia pública y la privada. Ya en 1995 prescindió del servicio de Maternidad. En San Juan de Dios nacieron más de 16.000 burgaleses. La última criatura en venir al mundo en este hospital fue el biznieto de la primera enferma intervenida en la clínica, de nombre Benita. A finales de los años 90 el 45 por ciento de los pacientes atendidos en San Juan de Dios eran enfermos de media y larga estancia y el 55 por ciento de cuidados paliativos. 
 
En la actualidad.
En los últimos años, San Juan de Dios se ha centrado en los pacientes denominados subagudos (los que necesitan una media o larga estancia hospitalaria) y en aquellos que precisan cuidados paliativos. El nuevo Hospital es un centro de atención a enfermos agudos y carece de camas con estas características, si bien dispone de un servicio de Hospitalización a Domicilio, que atiende en sus casas a personas de igual perfil y que se quiere potenciar desde la dirección, siguiendo la política de abordar todos los casos posibles con recursos propios, tal y como se ha hecho en los últimos tiempos denegando diversas derivaciones a hospitales privados.
El último convenio que la Junta firmó con San Juan de Dios concluyó en 2012 y desde entonces su relación se sustenta en otro que data de 1989 y que aún pervive debido a que no ha sido denunciado por ninguna de las partes. Los responsables de la Orden no plantean dar marcha atrás en su decisión de cerrar y apuntan que reconducir la situación no depende de ellos sino de la administración regional, que mantiene que no es la que cierra del centro sanitario, que tiene el compromiso de mantener la actividad del hospital en los términos de los últimos años a través de un concierto que fue mejorado en los años 2007 y 2008, con un incremento en las tarifas superior al 15 por ciento y quiere mantener ese estatus. El presidente de la Junta se reúne esta semana con la Dirección de la Orden de San Juan de Dios.