El Fracking: Oportunidad económica o riesgo medioambiental

H.J. | Burgos
-

La fractura hidráulica como técnica para la extracción de gas no convencional bajo el subsuelo del norte de la provincia está despertando una gran polémica política y ecológica. Partidarios y detractores responden a 10 preguntas clave

Instalación de un pozo de extracción de gas no convencional en Polonia. - Foto: Trofagás

En octubre de 2011 el Ministerio de Industria concedió a Trofagas, filial de la multinacional BNKPetroleum, un permiso para investigar la existencia de gas natural o petróleo ocultos bajo casi 95.000 hectáreas entre el norte de Burgos y la provincia de Álava. Unas pocas semanas más tarde el propio lehendakari vasco, Patxi López, presumía en Dallas (Estados Unidos) de que el subsuelo vasco podía tener reservas de gas equivalentes a cinco años de consumo de España y que serían extraídas mediante la técnica de la  fractura hidráulica, denominada en inglés fracking.
Lo que parecía una buena noticia, que en gran medida recordó al hallazgo de petróleo en La Lora en los años 60, pronto se destapó como un asunto polémico, más aún a raíz de unas recientes jornadas en la Universidad de Burgos cuyos organizadores (dos profesores) sostienen su posición neutral y su única pretensión de ser «transmisores de información».
Con el antecedente de la vecina Cantabria, donde diversos movimientos vecinales y ecologistas ya habían empezado a advertir sobre  los riesgos medioambientales de la fractura hidráulica, ha surgido un temor creciente en Las Merindades y en La Bureba, las zonas burgalesas principalmente afectadas.
La búsqueda  del llamado shale gas o gas no convencional, que no se encuentra almacenado en una gran bolsa sino diseminado en multitud de poros en la roca, exige una perforación horizontal, al contrario de las habituales verticales, y la inyección de agua con algunos componentes químicos y arena a presión hasta romper la piedra y haga fluir el hidrocarburo hasta la cabeza del pozo.
Sus partidarios aseguran que la afección medioambiental es mínima. Los detractores, por el contrario, alertan de emisiones contaminantes a la atmósfera y de perjuicios para las aguas subterráneas por el riesgo de escapes, vertidos y descargas no controladas de aguas residuales. Tanta preocupación ha despertado este asunto que, ante las dudas generadas, varios ayuntamientos de la provincia (el último, esta semana el de Valle de Mena) han aprobado mociones contrarias al fracking.
Para intentar arrojar algo de luz sobre el debate, la empresa que investigará el subsuelo burgalés y el colectivo de Ecologistas en Acción  han respondido el mismo cuestionario. Un decálogo para sacar conclusiones.

 

TEST

A FAVOR

Juan Carlos Muñoz, director corporativo de BNK Petroleum España y Trofagás

 

1.- ¿Qué es la fractura hidráulica?

Es una técnica que se utiliza para la exploración y la producción de hidrocarburos. Consiste en inyectar fluido y arena a través de una conducción que llega hasta la formación rocosa que contiene estos hidrocarburos, para aumentar las fisuras ya existentes en la roca y ayudar a liberar el gas o el petróleo que se encuentra atrapado en la misma desde hace miles de años. Esta técnica, que se lleva empleando desde hace 50 años de forma segura en más de un millón de pozos, ha revolucionado a la industria y ha dado acceso a muchos países al ‘shale gas’ o gas pizarra.

 

2.- ¿Es imprescindible esta técnica para extraer el shale gas?

La roca madre que contiene el gas se encuentra a una profundidad de entre tres y cuatro kilómetros de la superficie. Es una formación muy dura y compacta y, por lo tanto, es necesario inyectar un fluido a presión (99,9% agua y arena y un 0,1% de aditivos no tóxicos) para aumentar las fisuras ya existentes en la roca y que permitan liberar este gas. Para ello, la estimulación hidráulica es la técnica más segura y eficaz, ya que permite realizar este proceso de forma rápida y sostenible gracias a las mejores tecnologías que se utilizan para la construcción del pozo y la monitorización de la actividad.

 

3.- ¿Es perjudicial para el medio ambiente?

¿Por qué?

La utilización de la mejor tecnología, la monitorización de todo el proceso y planificar detalladamente los trabajos evita cualquier impacto en el medio ambiente. Para cada proyecto de shale gas se realiza un estudio exhaustivo del emplazamiento, con especial protagonismo de los espacios naturales y los acuíferos. Cada sondeo/pozo tiene que cumplir una legislación muy exigente y requiere la presentación de un documento técnico-ambiental que está sujeto a la revisión y aprobación de todos los organismos reguladores y la administración.

 

4.- ¿Tiene impacto paisajístico?

Lo que tenemos ahora son permisos de investigación. En esta fase, la localización de un pozo de exploración y sus instalaciones ocupan aproximadamente una hectárea, integrándose siempre en el entorno. En la siguiente fase, la de desarrollo, como en Europa la propiedad del subsuelo es estatal, se puede optimizar la planificación de los proyectos y realizar múltiples sondeos desde una única localización en superficie, separadas entre sí por cinco kilómetros, desde las que se podría acceder a toda la zona de producción. 

 

5.- ¿Qué potencial se le supone al subsuelo de nuestra provincia?

En esta fase del proyecto, la Junta o el Ministerio de Industria han concedido permisos de investigación. Se trata de una fase de análisis, no de producción, en la que precisamente deberemos analizar si hay shale gas y si su extracción es económicamente viable. Para ello, lo primero que haremos una vez aprobada la documentación técnico-ambiental del proyecto, será elegir el emplazamiento óptimo de los pozos exploratorios de forma conjunta con los Ayuntamientos para tomar testigos de roca y analizar su potencial. Este proceso de análisis  tiene una duración mínima de dos a tres años.

 

6.- ¿Existen posibilidades reales de rentabilidad económica en su explotación?

En caso de que los análisis demuestren que hay shale gas en cantidad suficiente en la roca madre y que se puede extraer, estaremos en condiciones de poder responder a esa pregunta. Lo que parece claro es que el shale gas está llamado a revolucionar la industria del gas y del petróleo debido a su gran potencial como fuente de energía sostenible y la gran diversidad geográfica de este recurso que ayudará a dar respuesta al conjunto de los objetivos energéticos de España y de Europa: la seguridad del abastecimiento energético, la competitividad económica y la protección del medio ambiente.

 

7.- ¿Puede ser una fuente de desarrollo económico en las comarcas afectadas?

Sí, por supuesto. Además de la inversión económica, que se cifra en cientos de millones de euros, en esta primera etapa de exploración se generan beneficios adicionales como de personal, la contratación de compañías locales y el uso de servicios de la zona (empresas de transporte y de construcción, hoteles, restaurantes…) porque nuestra filosofía es trabajar y colaborar con las comunidades donde desarrollamos la actividad. Igualmente, la disponibilidad de los terrenos y el pago de tasas municipales suponen ingresos muy relevantes para los Ayuntamientos.

 

8.- ¿Por qué no ha sido explotado hasta este momento?

La explotación de este recurso se inició hace años en países con una gran tradición en la producción de hidrocarburos. Los resultados exitosos obtenidos, han llevado a que compañías nacionales e internacionales hayan comenzado a implementar esta tecnología en países de todo el mundo abriendo las puertas a un recurso energético como es el gas natural que es el combustible fósil más limpio.

 

9.- ¿Hay en marcha experiencias similares de fractura hidráulica en otros países?

Sí. Desde 1940, se han estimulado hidráulicamente más de dos millones de pozos en todo el mundo. De hecho, en Europa ya hay más de 300. Todos los países están estudiando con menor o mayor intensidad cómo extraerlo en función de sus necesidades energéticas y la disponibilidad de los recursos geológicos.

 

10.- ¿Cómo han discurrido esas experiencias?

Con un gran éxito. En esta línea, se ha reforzado mucho el aislamiento de los pozos y la protección del medio ambiente, y se ha logrado reducir al mínimo la ocupación de los pozos. La industria también está utilizando las tecnologías más avanzadas para reducir al mínimo el consumo de agua mediante su reciclaje y reutilización así como otras mejores prácticas que hacen que hoy podemos afirmar que tenemos una tecnología probada y eficaz que nos abre una esperanza a la disponibilidad de recursos energéticos de forma sostenible en nuestras comunidades.

 

TEST

EN CONTRA

Ecologistas en Acción Burgos

 

1.- ¿Qué es la fractura hidráulica?

Es  una técnica agresiva usada para explotar las reservas de gas en rocas poco porosas y escasamente permeables. Para extraer gas mediante fracking  se realiza una perforación vertical de hasta 5.000 metros de profundidad y en algunos casos, se combina con la perforación horizontal, unos 3.000 o 4.000 metros. Posteriormente se fractura la roca inyectando a altas presiones agua con arena y una enorme variedad de productos químicos muy tóxicos. Tras liberar la presión el gas y parte del líquido inyectado salen al exterior. Otra parte quedará en el subsuelo, sin que sea biodegradable..

 

2.- ¿Es imprescindible esta técnica para extraer el shale gas?

Por el momento, al menos a nivel público, no se conoce otra forma de extracción posible. En cualquier caso, el debate ha de estar dirigido a la necesidad de apostar por las energías renovables, la eficiencia energética y la reducción de emisiones de CO2, no sobre la forma en la que extraer las reservas más inaccesibles de combustibles fósiles. Tal y como ha hecho el Gobierno de Dinamarca, rechazando la fractura hidráulica en una clara apuesta por el futuro.

 

3.- ¿Es perjudicial para el medio ambiente?

¿Por qué?

Requiere de un elevado consumo de agua, de 9.000 a 29.000 toneladas por pozo. Existe un riesgo importante de contaminación de las aguas subterráneas y de superficie por  los compuestos tóxicos. También se liberan metales pesados y sustancias radiactivas como radón, radio o uranio, que retornan a la superficie. La contaminación del aire es otro problemas. Las fugas de metano son inevitables y es 20 veces más potente que el CO2 como efecto invernadero. Una plataforma de seis pozos requiere entre 4.000 y 6.000 viajes en camión para la construcción y otra consecuencia no deseada es la generación de pequeños seísmos.

 

4.- ¿Tiene impacto paisajístico?

Un impacto es la alta ocupación del terreno y su transformación. Se ha de aplanar una superficie de una hectárea. En ella ha de haber espacio para 6 a 8 pozos, balsas de almacenamiento de líquidos de desecho y lodos, tanques de almacenamiento para agua y productos químicos, equipos, camiones, etc. Se han de construir pistas para que lleguen los camiones. Además, para que la extracción sea rentable requiere de múltiples pozos (una plataforma de seis pozos por kilómetro cuadrado). 

 

5.- ¿Qué potencial se le supone al subsuelo de nuestra provincia?

En general, los recursos de gas no convencional en Europa son demasiado pequeños para poder tener relevancia en el suministro. En el caso del Estado español, esto se acentúa ya que no se trata de una zona en la que las reservas sean importantes. La extracción en Burgos no tiene fundamento alguno en estimaciones reales. Dados los impactos que puede generar es mucho más sensato aplicar el principio de precaución, que lanzarse a una loca carrera por el gas..

 

6.- ¿Existen posibilidades reales de rentabilidad económica en su explotación?

Las estimaciones iniciales sobre las reservas de gas están siendo discutidas en la actualidad. Por ejemplo, en EE.UU. la Agencia Internacional de la Energía ha reducido las mismas en un 40%. En Polonia recientemente se han abandonado proyectos por falta de rentabilidad. En cualquier caso, no ha de valorarse tan solo desde esta perspectiva, sino que hay que sumar los costes ambientales y sociales que puede acarrear el uso del fracking.

 

7.- ¿Puede ser una fuente de desarrollo económico en las comarcas afectadas?

El beneficio se lo llevarán las empresas gasísticas. Apenas generaran empleo en las zonas, ya que se trata de puestos de trabajo especializados que prestarán empresas dedicadas a ello y que no existen en las zonas afectadas. La extracción del gas mediante esta técnica supone pan para hoy y hambre para mañana, dado que no será posible otra actividad posterior, por lo que el futuro se verá hipotecado para siempre.

 

8.- ¿Por qué no ha sido explotado hasta este momento?

Las empresas del gas no habían sentido la necesidad de exportar el negocio del gas no convencional al resto del mundo. Pero ahora hacen una apuesta por ello, basada en criterios monetarios y con la intención de aumentar los beneficios que obtienen. La industria del gas trata de mostrar, ante la reducción de reservas de combustibles fósiles, que aun tienen capacidad de seguir funcionando a pesar del pico del petróleo y el gas o del cambio climático.

 

9.- ¿Hay en marcha experiencias similares de fractura hidráulica en otros países?

Hasta el momento EE.UU. es el único país que está explotando las reservas de gas no convencional de forma masiva. Sin embargo, debido a la oposición social y a los diferentes escándalos medioambientales (principalmente por la contaminación de acuíferos) en algunos lugares ya se ha prohibido y en otros se implantado moratorias mientras se estudia su impacto en el medio ambiente y en la salud humana.

 

10.- ¿Cómo han discurrido esas experiencias?

La valoración que puede hacerse es negativa. Por un lado, por todas las denuncias de contaminación que existen. Por otra, porque la tramitación de los permisos de exploración se ha hecho de forma poco transparente y tratando de eludir la participación de la ciudadanía. Estos factores han generado un movimiento social que denuncia que se de prioridad a los intereses de las empresas y trata de que se prohíba la fractura hidráulica.