El Cabildo no descarta hacer otro proyecto de calefacción

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El órgano catedralicio, que no ha recurrido el fallo del Tribunal Superior de Justicia contra el suelo radiante, estudiará los pasos a seguir sin abandonar la idea del calor en el templo

Era su última oportunidad para que el proyecto de suelo radiante que había rechazado Patrimonio pudiera llevarse a cabo en la Catedral. Pero la sentencia del Tribunal Superior de Justicia, que advierte de los peligros que este sistema podría acarrear en los bienes del templo, lo ha echado para atrás de manera definitiva. Al menos a este proyecto en concreto.

«Acatamos la decisión y ya la estamos cumpliendo porque no hemos presentado recurso y el plazo ya ha concluido», asegura el presidente del Cabildo, Juan Álvarez Quevedo. Sin embargo, recalca y subraya una frase de la propia sentencia que, a su juicio, «ya dice mucho»: «Existiendo dudas razonables de hecho y de derecho en el enjuiciamiento del presente recurso».

En cualquier caso el órgano catedralicio no ofrece una postura definitiva porque la decisión debe tomarla el Cabildo en las próximas semanas, cuando mantenga una reunión para tratar este tema de manera específica: «No es el momento de hablar porque tenemos que valorar determinadas cuestiones y es necesario hacerlo con calma», añade Quevedo.

Al renglón seguido, el presidente del Cabildo asegura no haber tirado la toalla sobre la posibilidad de dar calor al templo gótico: «No descartamos nada. Estudiaremos la posibilidad de presentar otro proyecto de calefacción. Pero de los pasos concretos y definitivos a seguir no puedo hablar todavía», concluye.

La sala de lo contencioso del Tribunal Superior de Justicia se ha posicionado contra la colocación del suelo radiante en la Catedral a raíz de que en el año 2013 la Comisión de Patrimonio de Cultura de la Junta de Castilla y León votara en contra del proyecto que había presentado el Cabildo. Para el órgano catedralicio, sin embargo, el voto a favor de 5 de los 13 miembros les hizo albergar ciertas esperanzas en la baza de los tribunales. Pero las alegaciones de la Iglesia no han sido suficientes y la sentencia señala la falta de «un estudio exhaustivo de los efectos que la obra va a tener en un bien patrimonio de la humanidad». Los daños en el pavimento y el deterioro que pueden sufrir los bienes por la alteración que un sistema de calefacción supone en el microclima del templo son las causas que alega el TSJ para fallar en contra.