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G. Arce / Burgos
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Hiperbaric acogió ayer las pruebas técnicas y educativas del proyecto del coche de inercia, en el que participaron once equipos de alumnos de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional

Los ingenieros del jurados destriparon todos los prototipos para examinarlos. - Foto: Tomás Alonso

Bien mirado, un coche de inercia es como un pastel de chocolate: todos parecen iguales pero ni todos corren lo mismo, ni todos saben a lo mismo. Hay tartanas y hay tartazas... Si el secreto de un buen postre está en los ingredientes y en la mano que los cocina, el éxito de un prototipo radica en los  ajustes de pesos, del centro de gravedad y de las suspensiones, en la aerodinámica, y la dirección, y los frenos..., y, además, en el Hiperbaric Challenge, hay que hacerlo todo en equipo, dialogando y discutiendo con los colegas de clase, preguntando a las empresas que saben y haciendo múltiples números y pruebas... Para colmo, todo el ‘pastel’ debe estar listo en plena temporada de exámenes.   

A uno le queda la duda de si las máquinas de Hiperbaric son capaces de tratar tartas de chocolate a altísimas presiones sin que se menee la masa, pero lo que sí es seguro es que esta empresa industrial de primer nivel puede dejar de producir una tarde de viernes de junio para convertirse en una singular escuela de potenciales ingenieros y ser escenario de un desafío educativo cargado futuro y de muy buenas sensaciones. Además de esta industria de Villalonquéjar, en el proyecto participa el Center for Innovation and Talent Development (CITD).

Entre maquinaria de toneladas en proceso de ensamblaje y el ir y venir de chavales entre despachos donde a diario se negocia con medio mundo, ayer se desarrollaron las pruebas técnicas y educativas de este singular evento, cuidado con mimo por el personal de esta industria, con su director, Andrés Hernando, a la cabeza.    

Participaron 11 equipos integrados por alumnos de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de diferentes centros de la provincia, que han desarrollado el prototipo de un coche de inercia, algo así, como un bólido de cuatro ruedas y volante que se impulsa por el propio peso del conductor al desplazarse por una pendiente. Parece fácil, pero no lo es...

En primer lugar, un jurado técnico compuesto por tres ingenieros destripó el coche presentado por cada equipo y escuchó las explicaciones de sus autores: sus problemas con la aerodinámica, la búsqueda de la máxima sencillez mecánica, los giros de rueda o la ergonomía del piloto...

Tras diez minutos de prueba y el turno de preguntas de los expertos, los concursantes se desplazaron a una sala contigua, en la que les esperaba un jurado con un claro perfil educativo para valorar las dotes de comunicación, organización, colaboración o esfuerzo de los muchachos, entre otras cosas. Si el power-point era malo, los jueces no se cortaban un pelo;si nadie había hecho el esfuerzo suficiente por vender su idea, tampoco..., y ojo de los que empezaban a hablar sin presentarse previamente...

«Valoramos la comunicación, es decir, cómo son capaces los alumnos de presentar sus ideas mediante un formato multimedia;los aspectos sociales del proyecto, su impacto en medios de comunicación y redes sociales; y el nivel de emprendimiento:cómo se han financiado, cómo han buscado socios y cómo han hecho un proyecto sostenible económicamente», explicó Roberto Ranz, psicólogo y  experto en altas capacidades y desarrollo del talento, quien insistió en la importancia de que estos jóvenes adquieran competencias más allá de la mecánica y vinculadas a la comunicación, el trabajo en equipo, la colaboración, la creatividad y el emprendimiento.

Uno de los objetivos de Hiperbaric Challenge es «acercar alumnos a contextos empresariales donde ellos puedan desarrollar un proyecto para la vida real y orientar su vocación hacia ámbitos científicos y tecnológicos».

Ayer, sin duda, se logró este anhelo y se sembraron muchas semillas de emprendimiento. «Hemos conocido de primera mano cómo es una empresa y eso se agradece muchísimo», reconoció un futuro ingeniero de Hiperbaric.