El contrato de la seguridad desata otra polémica en el Ayuntamiento

Á.M. / Burgos
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Se lo quedará Garda por dos años, más dos de prórroga, con la oferta más cara pero con varias mejoras. El PSOE habla de la «crónica de una adjudicación anunciada»

Un uniformado de Garda controla el acceso a un Pleno municipal. - Foto: Ángel Ayala

 
La Comisión de Hacienda decidió ayer la adjudicación a la empresa Garda de los servicios de seguridad privada en las instalaciones municipales, un contrato de dos años con dos más de prórroga cuyo coste es importante y se acerca a los cuatro millones de euros en el próximo cuatrienio. Se trata de un contrato que se encontraba prorrogado sin procedimiento desde hace dos años y medio y cuya gestión la oposición, y especialmente el PSOE, ha marcado en corto.
Según explicó el titular de Contratación, Salvador de Foronda, quedaron sobre la mesa tres ofertas: la de Prosegur, la de Securitas y la de Garda. La última era la más cara, pero ha resultado ser la adjudicataria. Sin embargo, el edil ‘popular’ señaló que las diferencias de los denominados criterios subjetivos (lo que no es la oferta económica pura y dura) eran muy favorables para Garda, ya que, entre otras cosas, crearán un centro de control en Villafría para la vigilancia permanente de los edificios del Ayuntamiento, ofrecen un mejor servicio de respuesta ante alarmas e implementan más tecnología a sus controles. «En otras ocasiones hemos priorizado el coste, pero la seguridad es una cuestión importante y eso ha sido lo que se ha tenido en cuenta» en los informes que soportan la adjudicación, señaló.
De Foronda dio estas explicaciones debido a que el debate en la Comisión sobre el periplo que ha seguido este contrato fue duro por las acusaciones de la oposición de haber cocinado durante años la adjudicación a Garda en detrimento del resto de ofertas. 
 
la otra versión. Así lo aseguró, por ejemplo, la concejala socialista Carmen Hernando, para quien lo sucedido es la «crónica de una adjudicación anunciada». Así, explicó que en marzo de 2008 Garda se quedó con siete de los nueve lotes de la seguridad privada. Los otros dos fueron para Prosegur. «En marzo de 2012 se acabó la prórroga y decidieron, sin contrato alguno, que Garda siguiera prestando el servicio y, además, se quedara otro de los lotes que tenía Prosegur», contextualizó.
En diciembre de 2012 se sacó el pliego para contratar estos servicios nuevamente y se recibieron cinco ofertas: Prosegur, Securitas, Garda, Eulen y Alcor. Las dos primeras recurrieron porque el pliego obligaba a prestar también los servicios auxiliares, y eso, entendían, solo se podía hacer acudiendo en UTE con empresas especializadas en estos trabajos, circunstancia que únicamente ellas dos cumplían.
«Ganaron el recurso y cinco meses después volvieron a convocar el pliego (después de haber desistido del procedimiento) y, esta vez, sí, Garda acudió en UTE con otras dos empresas que, además, ya trabajan con el Ayuntamiento, siendo una de ellas, Tagesa, la del polémico contrato del Citur», continuó Hernando. 
Al final, la consecuencia ha sido que «Garda recibió la máxima puntuación en los criterios subjetivos (30 puntos sobre 30) y las otras dos no, así que Garda se adjudica el contrato a pesar de que será 81.603 euros más caro cada año; un total de 326.000 euros en cuatro años». Hernando considera, por tanto, que «es una vergüenza hacer esta adjudicación (por 917.000 euros anuales) en un contrato de tanto dinero» y lo definió como hecho «a dedo».