Una de cal y otra de arena. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró ayer abierto a reunirse con Nicolás Maduro en la ONU, a la vez que aseguró que «todas las opciones» siguen sobre la mesa respecto a Venezuela, lo que se traduce en que mantiene abierta la opción militar de la que habló ya hace un año. Lo hizo en Nueva York, con motivo del debate anual en la Asamblea General, en el que el pasado martes llamó a los países miembro del organismo a ayudar a Estados Unidos a «restaurar la democracia» en Venezuela. 

Precisamente durante la jornada de ayer estaba previsto que Maduro interviniera ante la Asamblea General, pero finalmente no acudió a la cita, tal y como había avanzado. «No lo tenía en mente, no es algo en lo que piense, pero si puedo ayudar a la gente, para eso es para lo que estoy aquí», sostuvo por su parte Trump a los periodistas sobre la posibilidad de hablar con el mandatario caribeño. «Si está aquí, si quiere reunirse...», añadió. 

Hace un año, en agosto de 2017, el republicano lanzó por primera vez la amenaza de una intervención armada en Venezuela. Y hasta la fecha, en ningún momento manifestó que la opción se hubiera caído de la mesa. De hecho, el magnate sugirió, además, que las Fuerzas Armadas del país se rebelaran contra Maduro.