La FAPA se movilizará los días de la reválida y llama a no realizar la prueba

B.G.R. / Burgos
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Las evaluaciones escritas en Tercero de Primaria se realizarán el 26 y 27 de mayo, y del 28 de este mes al 4 de junio los exámenes orales

La Consejería de Educación publicó ayer las fechas de la primera prueba individualizada de la Lomce, que deberán realizar 3.000 alumnos burgaleses de Tercero de Primaria los días 26 y 27 de este mes. Una evaluación a la que se opone la Federación de Asociaciones de Madres y Padres (FAPA), que realiza un llamamiento a la desobediencia civil y anuncia movilizaciones coincidiendo con las fechas en que se llevará a cabo. Además, el día 21 se manifestarán desde elMuseo de la Evolución Humana hasta la Dirección Provincial de Educación, ubicada en la glorieta de Bilbao.

Su postura, en línea con la de la Confederación Nacional de Ampas, pasa por la no realización de la prueba y por manifestarlo expresamente en los centros educativos, dado que la normativa regional contempla que en caso de ausencia de los alumnos la evaluación se efectuará cuando estos se reincorporen a las clases. «No debería tener ningún efecto negativo para las familias», precisa el presidente de la entidad provincial, Enrique García de Viedma.

En cualquier caso, García de Viedma avanza que la intención de la FAPA pasa por realizar concentraciones a las puertas de los centros los días en que se realice la reválida, el 26 y 27 la parte escrita y del 28 de mayo al 4 de junio la oral. «Es un cambio muy importante y queremos que no pase desapercibido», comenta el presidente de la entidad asociativa.

La Federación celebró ayer una sesión informativa en el Foro Solidario dirigida a las directivas de las Ampas burgalesas y a todas las familias en la que mostró su postura contraria a la prueba por cuanto considera que supone un elemento de «presión» para el alumnado, además de que hace la educación más «competitiva». «Es un primer paso en el proceso de señalar a los estudiantes para ir segregándoles», comenta la entidad, que aplaude, sin embargo, la decisión de la Consejería de Educación de no hacer públicos los resultados de las pruebas.

Al respecto, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) de Castilla y León exigió ayer en una nota de prensa que las reválidas se hagan «con el único fin de conocer el nivel del alumnado para proporcionar apoyos si fuera necesario». De igual forma, ve «absolutamente contrario» al establecimiento de un ránking de colegios, y a la publicación de resultados fuera del propio centro.

La Dirección Provincial de Educación ya ha creado los grupos de apoyo técnico para hacer la evaluación, según apunta su responsable, Juan Carlos Rodríguez Santillana, que en próximas fechas se reunirá con los directores de los centros. Respecto a la posición de la FAPA, afirma que «todos los alumnos tienen que hacer la prueba» y que será el Ministerio el que deberá decidir sobre el «no cumplimiento de normas básicas».