400 vecinos claman la limpieza de los ríos Salón y Pucheruela

A.C. / Medina de Pomar
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Cada año, ambos ríos se salen de su cauce, debido a la gran acumulación de vegetación en sus puentes y riberas, y causan graves daños en las fincas agrícolas y urbanas así como en la iglesia de La Cerca

Cuando se producen precipitaciones que en otros cauces no generan grandes problemas, los ríos Salón y Pucheruela, que discurren por una docena de pedanías de Medina de Pomar hasta desembocar en el Trueba, se salen literalmente de su cauce cada año y discurren por las fincas agrícolas que los rodean. Vecinos y agricultores están hartos de ver como una vegetación desbocada y sin control que crece y se acumula en las riberas y en los ojos de los puentes impide el paso del agua y origina estas inundaciones y graves daños en sus fincas agrícolas y urbanas. Por ello, en los próximos días entregarán a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)más de 400 firmas recogidas en todas las pedanías que acompañan un escrito en el que solicitan que se adopten las medidas necesarias para mantener a raya estos dos ríos.

Los vecinos, que también sopesan dirigirse a la Diputación y la Junta de Castilla y León para recabar su apoyo, trasladarán también a todas las instituciones informes de la Unión de Campesinos, la Policía Local de Medina de Pomar e incluso de la parroquia de Medina, que pone de manifiesto el daño que las inundaciones están causando en el ábside románico de la iglesia de La Cerca.

El alcalde medinés, Isaac Angulo, también entregó el pasado día 31 en Zaragoza al responsable de Gestión Medio Ambiental de la Confederación un escrito firmado por todos los alcaldes pedáneos. El regidor explicó la situación al responsable de la CHE, quien se comprometió a que técnicos de esta institución realizarán una visita para valorar las actuaciones necesarias. El Ayuntamiento reclama el acondicionamiento de los márgenes, refuerzos estructurales, eliminación de fangos y sedimentos que se acumulan riada tras riada, una poda selectiva y la retirada de la vegetación muerta, además del clareo de la existente.

Los lugareños conocen muy bien estos dos ríos, que casi se secan en verano y que en invierno crecen de forma incontrolada. Este hecho favorece que durante las etapas de sequía, la vegetación crezca en el interior del cauce y haga de tapón cuando llegan las crecidas. En cada nueva inundación las fincas agrícolas van perdiendo parte de su capa de tierra más superficial y de mayor valor. «La pérdida de fertilidad de los suelos debido a los arrastres de la capa fértil» es una de las preocupaciones que muestra el presidente de la Unión de Campesinos, Félix Arribas, en el informe que presentarán los vecinos con sus firmas.

Algunos agricultores han abandonado por completo el cultivo de fincas, donde es imposible sacar provecho por su cercanía al río. En otras, la arena y los cantos rodados se acumulan y nadie puede tocarlos o se arriesga a sanciones, si no obtiene permiso de la CHE, a veces, una misión imposible. Los agricultores lamentan que «hay que solicitar permisos para todo, incluso para reponer una tapia de piedras que la propia riada ha derribado». El problema llega con el retraso de la respuesta, que se puede demorar meses o incluso no llegar. Hay agricultores que están esperando a que el lodo y el exceso de humedad en sus terrenos disminuya, lo que retrasa la contratación de personal para la plantación de fincas de productos hortícolas, como la cebolla.

La carretera BU-551 que transcurre cerca de ambos ríos está sufriendo también los daños visibles de las crecidas. Cerca de Villatomil, el agua está descalzando el terreno y el firme puede llegar a hundirse si el agua sigue llevándose la tierra que soporta el asfalto. Además, la Policía Local de Medina incide en su informe en que el corte de esta carretera debido a las crecidas aísla de Medina a los vecinos de Villatomil y La Cerca, así como a los de otras poblaciones, lo que podría causar un verdadero problema en caso de ser necesario atender una emergencia. Los servicios de ambulancia o bomberos se verían obligados a dar un gran rodeo para llegar a ellos.