Por un "espacio neutral para todos" en Cataluña

SPC
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La Junta de Seguridad celebrada en Barcelona acuerda que debe evitarse la escalada de tensión por la 'guerra de los lazos amarillos', aunque no especifica cómo se solucionará este problema

El fin de la guerra de los lazos amarillos parece estar más cerca. El Gobierno y la Generalitat acordaron ayer garantizar la neutralidad en el espacio público, según el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que indicó que los Mossos d’Esquadra saben que deben actuar para que no esté «monopolizado» por una ideología, en plena polémica por los símbolos secesionistas, que han hecho que se crispe aún más el clima en la sociedad catalana.

En una comparecencia conjunta con el conseller de su ramo, Miquel Buch, tras una reunión de dos horas de la Junta de Seguridad de Cataluña, el vasco, que no dio detalles de cómo se aplicará este compromiso, insistió en subrayar la importancia de que los espacios públicos «sean de convivencia y de encuentro, y no de desencuentro» y que los agentes de la Policía autonómica «tienen parámetros» para garantizarlo.

Por su parte, el dirigente del Govern, sin referirse al pacto anunciado, ni concretar tampoco la forma en la que se garantizará la neutralidad, precisó que la Generalitat no considera que exista un «problema de convivencia» en Cataluña, para luego asegurar que los Mossos intervendrán cuando alguien «busque algo más que un debate».

No obstante, lamentó que a partir de la segunda quincena de agosto, «un partido determinado», en alusión a Ciudadanos, hizo llamamientos para sacar lazos amarillos, lo que provocó «más actividad» en este sentido, ante lo que pidió que no se caiga en «provocaciones» y que, si hay enfrentamiento, se llame a los Mossos.

Asimismo, el president Quim Torra y Grande-Marlaska acordaron que el Cuerpo regional se integre en el Centro de inteligencia contra el terrorismo y el crimen organizado (Citco) antes de 30 días.