Lewis Hamilton (Mercedes) intentó ayer su primer amago de reacción firmando el mejor tiempo en la primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Rusia, cuarta cita del Mundial de Fórmula Uno, mientras que Fernando Alonso (McLaren) y Carlos Sainz (Toro Rosso) fueron décimo y undécimo respectivamente.

El actual campeón del mundo está obligado a dar un golpe en la mesa después del dominio que está ejerciendo su compañero de equipo, Nico Rosberg, ganador de las tres primeras carreras y líder con autoridad del campeonato.

Así, tras finalizar a más de 700 milésimas en la tanda matinal del germano, el británico fue el más veloz en la segunda, aunque contó con la ventaja del superblando, mientras que entre ambos se situó un Sebastian Vettel en un día con problemas para Ferrari.

El tetracampeón del mundo logró ponerse en cabeza de la tabla de tiempos con un tiempo de 1:38.235, logrado con superblando y justo antes de ver cómo su monoplaza se detenía por un problema electrónico y ya no podía continuar con los entrenamientos con una hora por disputarse. Además, el teutón tendrá una sanción de cinco puestos en la formación de salida por modificar la caja de cambios de su coche.

No fue el único percance de la ‘Scuderia’, que se centró en realizar pruebas en la aerodinámica y en probar su nuevo sistema de combustión para sus motores, ya que Kimi Raikkonen, el cuarto más rápido del día, tuvo problemas con el ‘DRS’ en la primera sesión.

Con todo, fue Hamilton el que se quedó con el mejor crono de la jornada. El inglés fue el único capaz de bajar de la barrera del 1:38 y, con 1:37.583, con superblando usado, aventajó en casi 700 milésimas a Vettel, y en casi segundo a un Rosberg que no pudo marcar un buen tiempo con esta goma y que su mejor registro del día fue con el blando.

Tras el cuarteto de ‘primeros espadas’, se posicionó Daniel Ricciardo (Red Bull). El equipo austríaco quiere acechar a Ferrari después sus buenas prestaciones en China y también fue la atracción porque usó su novedoso ‘Aero Screen’, su pantalla protectora en el ‘cockpit’ del australiano. «La primera impresión parece buena. No bloquea más la visión en lo que hacemos», expresó el de Perth.

En cuanto a los españoles, ninguno estuvo con los más rápidos y el mejor fue el McLaren de Alonso, que mejoró de la mañana a la tarde para situarse en un esperanzador ‘Top 10’.

El asturiano fue duodécimo en la primera sesión, justo por detrás de su compañero Jenson Button, y en la segunda subió a la décima plaza (1:39.400), pero de nuevo por detrás del inglés, que le aventajó en 200 milésimas. Estos resultados hacen que en la escudería británica, en un trazado que no se ajusta a su motor, sean optimistas para meter a alguno de sus pilotos en la ‘Q3’.

Por su parte, Carlos Sainz, décimo por la mañana y por delante del ovetense, concluyó el undécimo en el circuito donde el año pasado sufrió un duro accidente que no le impidió correr. El madrileño hizo un tiempo de 1:39.465, cerca de su compatriota y, como en la primera tanda, por delante de su compañero Max Verstappen, con quien mantiene una intensa lucha.

Ahorro en motores. Por otro lado, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) anunció ayer un acuerdo con los fabricantes de motores de Fórmula Uno (Mercedes, Ferrari, Renault y Honda) para eliminar el sistema de control de cambios con ‘tokens’, como se denominaba genéricamente las diferentes partes del motor para contabilizar el número de cambios permitidos en cada monoplaza, y reducir así el coste de los motores en 2017.

El compromiso al que han llegado la FIA, los motoristas y los responsables de los derechos comerciales de la competición incluye que el precio de los motores para los equipos tendrá que reducirse el próximo curso en un millón de euros respecto a 2016 y en tres millones para 2018.