A falta de unas horas para que se cierren definitivamente las puertas de la exposición de la Fundación de Las Edades del Hombre, el sector de la hostelería se muestra más que satisfecho por el resultado obtenido en cuando a la cantidad de clientes que han registrado en los seis meses en los que ha estado la muestra abierta, desde que se inauguró el 6 de mayo por parte de la entonces Infanta Elena de Borbón. El propio presidente de la Asociación de Hosteleros de Aranda y la Ribera (Asohar), Miguel ángel Gayubo, reconoce que va a ser imposible conocer las cifras exactas de negocio que se ha movido estos meses, «porque no todos los hosteleros son dados a facilitar las cifras», pero considera que la cifra aportada por la Junta de Castilla y León de un 40% más de negocio es excesivo. «La media estará por debajo de ese porcentaje, porque puede haber restaurantes que han duplicado o más sus clientes y otros que no lo habrán notado tanto», puntualiza, reconociendo además que «los establecimientos de la zona centro han trabajado mucho más que el resto, pero todos hemos notado más trabajo que si no hubiésemos tenido esta exposición en Aranda».

De hecho, ante las críticas de otros sectores económicos que aluden a que los únicos beneficiados han sido los hosteleros y que no se ha notado en otro tipo de establecimientos, Gayubo recuerda que los beneficios económicos se han repartido entre todos. «Es cierto que los bares y restaurantes hemos trabajado mucho, pero no hay que olvidar que nosotros compramos a los carniceros, fruteros, distribuidores de bebidas, panaderos y otros muchos sectores», especifica.

En cuanto a la imagen que se han podido llevar los visitantes y clientes de los restaurantes de Aranda, la opinión generalizada ha sido buena, en parte por la contrastada calidad del plato estrella de la gastronomía arandina, en parte por el control de los precios que se han cobrado. «En otros sitios que han tenido exposiciones anteriores se habían registrado precios desorbitados para lo que ofrecían y aquí, gracias al Menú Eucharistia, hemos logrado que los clientes pudiesen degustar nuestra gastronomía con unos precios controlados, aunque siempre podía haber otros locales con propuestas más económicas, pero la estrella ha sido el de lechazo asado», reconoce Gayubo.

No todo es arte sacro

A la calidad y predicamento de Eucharistia hay que sumar los propios atractivos de Aranda de Duero para el turismo y las actividades que se han promovido para complementar un programa variado para los visitantes. El Ayuntamiento de la capital ribereña ha desarrollado una serie de iniciativas para lograr que los turistas se llevasen la mejor impresión posible de la ciudad.

La afluencia masiva de visitantes se ha dejado notar en esas otras ofertas culturales. El Museo Casa de las Bolas, cuyo principal atractivo ha sido la exposición de litografías de Salvador Dalí sobre La Divina Comedia, ha recibido solo durante el mes de octubre a 5.340 personas, superando con creces la media de 2.500 que han acudido a esta pinacoteca el resto de los meses desde el pasado mayo.

La Iglesia de San Nicolás de Bari ha registrado un importantísimo aumento este mes con 2.476 visitas, con una media de 1.500 entre mayo y septiembre, lo que deja el número de visitantes cerca de los 10.000. Asimismo el Museo del Tren, el Museo de Cerámica y el Museo de Juegos Tradicionales también han aumentado su índice de visitas.

En cuanto a las actividades programadas especialmente para estos meses, el vídeo mapping con más de 36.000 espectadores delante de la fachada de Santa María y las visitas teatralizadas con más de 2.000 seguidores han sido las más seguidas durante el mes de octubre, lo mismo que a lo largo de toda la muestra, destacándose como las citas con mayor predicamento entre los arandinos y los miles de visitantes.