Entre los habituales del parque, que salen a pasear por él con sus mascotas o cruzan por allí hacia otras zonas, había gente rebuscando entre los desperdicios. También peregrinos, que hacían fotos con rostro incrédulo, sin acertar a explicarse qué podía haber ocurrido en el recinto para generar tamaño desastre. Posteriormente, se ha producido el desembarco de los equipos de limpieza de Semat.