Los 4,4 millones del Urban permiten ejecutar una veintena de proyectos

R.L. / Miranda de Ebro
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Con la finalización de las obras de restauración del castillo se da por concluido un plan subvencionado en un 70% por fondos europeos y que se ha prolongado por seis años

Convertir la Fábrica de Tornillos en un espacio de conciertos y actividades juveniles costó 450.000 euros. - Foto: G.A.T.

Los 4,4 millones de euros concedidos al Plan Urban han dado para mucho. Desde 2007, este programa de ayudas convocado por el Ministerio de Administraciones Públicas y dirigido a municipios de menos de 50.000 habitantes ha ido haciendo realidad sus objetivos prioritarios regenerando el tejido urbano, fomentando la participación ciudadana e impulsando la vida económica, cultural y social de Miranda. Ambiciosos propósitos que se han materializado en la consecución de una veintena de proyectos que hoy, seis años después, son ya tangibles, palpables y forman parte del día a día de la localidad.

Uno de ellos, casualmente el más costoso, es la recuperación del castillo. La lluvia caída durante la pasada ha retrasado sensiblemente el fin de las obras de rehabilitación. La fecha de entrega se fijó en el 30 de noviembre, si bien desde la concejalía de Obras confían en que los trabajos se recepcionen, a más tardar, la semana que viene.

Para el 31 de diciembre

Con la entrega de estos trabajos se dará por concluido el listado de actuaciones subvencionadas por el Plan Urban, ya que una de las condiciones estipuladas era que todos los proyectos tenían que estar terminados y justificados para el día 31 de diciembre de este año. Y así será. La recuperación del castillo -cuya obra se ha ejecutado en dos fases- ha absorbido cerca de 2,5 millones de euros, lo que supone el 57% de la subvención total que recibe Miranda.

En próximas fechas, una vez terminada la obra, el siguiente paso será abrirlo al público para su disfrute. Los primeros que se acerquen estrenarán también el Centro de Interpretación del Jardín Botánico, un pequeño edificio situado en el número 10 de la calle San Francisco que será la puerta de bienvenida a todo aquel que se acerque a contemplar la amplia variedad de flora tanto del propio espacio verde como del castillo, que ha variado notablemente la fisonomía del cerro de La Picota. El Centro de Interpretación, que se levantó sobre dos solares de propiedad municipal, también se financió con una partida  del Plan Urban.

 El mobiliario ya está allí preparado para ser instalado y solo se está a expensas de definir el horario del Centro, ya que se está valorando las posibilidades de apertura en horario de mañana y tarde así como en fines de semana. El principal problema para llevarlo a cabo -especialmente en días festivos- es que el edificio lo atenderá personal municipal. Esto significa que hay que adaptarse a una jornada laboral estipulada en 37 horas y media semanales.

Dicho centro, que contará con un aula didáctica para la proyección de audiovisuales, servirá de ‘guía’ para conocer el Jardín Botánico y será el punto de partida para acceder a la zona de las murallas a través de dos ascensores. Desde allí, en un futuro, se organizarán visitas guiadas para facilitar el recorrido.

Un proyecto muy prolijo

Pero al margen de la recuperación del patrimonio, han sido muchas las actuaciones que se han hecho realidad gracias al Plan Urban, confinanciado en un 70% por los Fondos Europeos Feder vinculados al Programa Operativo de Castilla y León, que han destinado a Miranda 3.109.923 euros. El 30% restante, 1.332.824 euros, lo aportó el Ayuntamiento de Miranda.

Lo que se ha conseguido con este dinero es hacer realidad proyectos que, de otra manera, habrían tardado muchos más años en ejecutarse. En materia de accesibilidad, por ejemplo, se ejecutó la peatonalización del primer tramo de la calle La Estación (supuso un desembolso de 1,2 millones de euros), la semipeatonalización de  Real Aquende y la ampliación de la red de carril bici en la ciudad, mientras que en el capítulo medioambiental se creó el parque de Callejonda y se mejoraron los accesos al parque de La Picota.

A todo esto se sumó una partida específica para ampliar la red de zona wifi en la ciudad, crear la Oficina de Promoción Industrial y  la Casa de Igualdad, además de reformar la Fábrica de Tornillos, entre otros proyectos.