El 16 de febrero de 2007 la cantante Montserrat Caballé dio su primer y único concierto en Burgos. Fue en el interior de la Catedral -donde el debate sobre la idoneidad de colocar un suelo radiante ya estaba abierto- y lo hizo para respaldar lo que en ese momento era un proyecto para presentar la candidatura de la ciudad a la capitalidad cultural europea de 2016. En declaraciones a los medios el día anterior la cantante había afirmado que conseguir la capitalidad «es una ansiado trofeo que la ciudad se merece» .

La voz de la soprano debía servir, y así lo hizo, para unir a la ciudad en ese objetivo: «Hoy, unidos, damos el primer paso. Unidos por la cultura, el arte y el amor a las tradiciones haremos de la Catedral nuestra casa», anunciaba la megafonía antes de que diera comienzo el concierto. La noche del 16 de febrero se presentó lluviosa, aunque la temperatura era agradable. Lo era en el exterior, porque dentro del templo el frío dejó aterido al público y la soprano se puso un el abrigo de piel a mitad de actuación. Durante cuarenta y cinco minutos la cantante interpretó ocho piezas religiosas de la época barroca que demostraron la calidad de su voz (en esos momentos tenía 73 años). Antes de la actuación de la diva, el Orfeón Burgalés fue el encargado de abrir el concierto. La agrupación coral interpretó cuatro piezas, comenzando con el 'Ave María' del compositor burgalés Antonio José. Y lo cerraron interpretando, en presencia de Caballé y el pianista Manuel Burgueras, el Himno a Burgos.

La actuación de la Catedral fue presenciada por 1.800 personas y otras miles lo hicieron desde la calle, donde se colocaron varias pantallas gigantes.

Antes del concierto, la soprano visitó el edificio Promecal, firmó en el libro de visitas y recibió la vocera de 'Diario de Burgos'.