El Prado muestra al Goya más castizo

DPA
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La pinacoteca madrileña exhibe por primera vez los cartones para tapices del pintor aragonés, que fueron el inicio de sus creaciones

Goya - Foto: MUSEO DEL PRADO

El Museo del Prado ofrece hasta el próximo 3 de mayo un novedoso acercamiento a los cartones para tapices que Francisco de Goya realizó en la villa y corte a finales del siglo XVIII. 
La pinacoteca exhibe un conjunto de trabajos del artista zaragozano en comparación y relación con la obra de sus contemporáneos y de creadores del pasado. 
Los cartones para tapices -pinturas al óleo sobre lienzo que servían de modelos para las obras tejidas- fueron el encargo que determinó la llegada del pintor a Madrid y su establecimiento definitivo en la capital de España. A ellos dedicó casi dos décadas de su carrera, el período comprendido entre 1775 y 1794. 
Con la muestra Goya en Madrid, El Prado quiere evidenciar la conexión del pintor con el pasado y su contemporaneidad, así como explicar cómo la riqueza de composiciones, figuras y expresiones en esos lienzos suponen el germen de las creaciones que realizó posteriormente. 
«Los cartones se muestran como pinturas autónomas, como obras maestras individuales dentro del conjunto de su obra», en palabras del director del museo, Miguel Zugaza. 
La exposición consta de 142 obras -las de Goya y las de sus contemporáneos, como Mengs o Tiépolo y las de artistas anteriores al de Fuendetodos, como Velázquez, Tiziano o Rubens-, que en vez de estar ordenadas cronológicamente, como sería habitual en un contenedor de estas características, se muestran en ocho secciones temáticas. 
Arrancan con la caza y en esa sección se exhibe por primera vez el cartón Cazador cargando su escopeta, tras ser sometido a una restauración compleja para separarlo de otro al que estaba unido desde el año 1933. 
La comisaria de la muestra, Manuela Mena, jefa de Conservación del siglo XVIII y de Goya en El Prado, ha seleccionado asuntos, escenas y composiciones presentes en la pintura decorativa de todos los tiempos, especialmente en los ámbitos cortesanos, pero que el artista maño interpreta según su particular visión del mundo en los cartones para tapices.