Después de dos años de espera, unas pocas semanas se antojan asumibles para los beneficiarios de las ayudas al alquiler que convocó la Junta de Castilla yLeón en el año 2010 y que todavía no han sido abonadas aunque estarán a punto de hacerlo. El Boletín Oficial de Castilla yLeón publicó la orden de pago el 27 de noviembre y ya no deberían tardar en llegar a los bolsillos de quienes les corresponden.

En el conjunto de la Comunidad más de 5.100 personas se encuentran a la espera de estas subvenciones con un importe superior al millón de euros, y en la provincia de Burgos son 697 los expedientes afectados con una cuantía de 175.039 euros. Los datos corresponden a la respuesta escrita a una pregunta parlamentaria planteada por el grupo socialista que data de mediados de noviembre. Burgos es la tercera provincia con más arrendatarios pendientes de cobro después de Valladolid y León, y la segunda en importe solo por detrás de los vallisoletanos.

Pocos días después de que el PSOE difundiera estos datos, concretamente el 27 de noviembre, el Bocyl publicó la orden de pago y fuentes de la Consejería de Fomento explican que a partir de ahora los pagos deberían llegar a corto plazo. En la disposición oficial se establece la partida presupuestaria a cargo de la que deberán pagarse y un límite de 1.300.000 euros para hacer frente a los gastos.

El propio consejero Antonio Silván subrayó en el Pleno de las Cortes la publicación de esta orden, un anuncio que los socialistas interpretaron posteriormente como un movimiento de la Junta obligado por los datos que arrojaba la respuesta por escrito a la petición que habían realizado en el parlamento regional, y a raíz de la cual habían calificado de «sarcasmo» que la Junta hable de potenciar el arrendamiento cuando tarda dos años en pagar.

Incentivar otro modelo

Las ayudas al alquiler fueron un instrumento muy utilizado por los ciudadanos durante años, pero desde hace dos ejercicios no se han convocado. No lo han hecho ni las de este año ni las del anterior, a la espera de que el cambio de ciclo económico permita retomar un incentivo que se planteaba como motivación hacia el modelo del arrendamiento en una época en la que la adquisición en propiedad primaba como opción mayoritaria.

En las actuales circunstancias, cuando muchas familias tienen dificultades para pagar la hipoteca, el alquiler vuelve a surgir como alternativa pero ahora sin ayudas de la administración.

También las subvenciones a la compra se han paralizado, así que tendrán que ser los clientes los que se procuren una financiación que por otra parte está más complicada que nunca.