Malala, una figura que inspira e integra

I.L.H. / Burgos
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Cinco menores con medidas extrajudiciales finalizaron el viernes un grafiti en la ribera del Arlanzón • El mural, de 20 metros, homenajea a la joven pakistaní Premio Nobel de la Paz

El grafiti está ubicado en la ribera del río, a la altura de los cines Van Golem. Entre los elementos que se distinguen hay palomas y libros -paz y educación-.

Su infracción estaba relacionada con las pintadas callejeras. Por eso la tarea socioeducativa planteada como medida extrajudicial ha consistido en elaborar un grafiti, una forma de expresión artística que, si se realiza en espacios permitidos y con los permisos necesarios, está considerada arte urbano y como tal se valora. 
Los cinco menores burgaleses con medidas extrajudiciales que han participado en el Proyecto Otro Enfoque finalizaron el viernes un mural de 20 metros de largo en la ribera del Arlanzón. Durante una semana, los chavales han creado un «grafiti educativo» con la ayuda de Kaneda (Matías González), un pintor burgalés de arte urbano, la colaboración de un grupo de personas voluntarias de distintas entidades y la participación de dos menores aficionados al grafiti. «Tratamos de elegir talleres que estén relacionados con las faltas cometidas, dándoles un enfoque educativo. En este caso les trasladamos la idea de que el grafiti es una opción artística siempre y cuando se realice de una determinada manera, acorde a unas reglas y a la legalidad», apunta Idoia Larrea.
El motivo elegido para el mural ha sido la figura de Malala, la joven activista pakistaní que acaba de ser galardonada con el Premio Nobel de la Paz y que lucha para que todos los niños -y especialmente las niñas- puedan ir a la escuela y recibir una educación. «Hemos elegido este tema porque de esta manera podíamos hablar de una joven de su edad -Malala tiene ahora 17 años- que lucha por transformar las cosas que tiene a su alrededor y mejorar las opciones de futuro de los jóvenes», añade Larrea.
A través de pequeñas metáforas, los menores han creado un mural en el que el elemento central es un libro que simboliza la educación y a su alrededor vuelan firmas de jóvenes como Malala, una muchacha que inspira e integra, y palomas con hojas de laurel.
El mural es el objetivo, pero también el medio: «El grafiti educativo se somete a una evaluación. A los menores se les exige puntualidad, participación, cumplir una serie de horas, trabajo en equipo, colaboración... La valoración, que en este caso ha sido positiva, se remite luego a la Fiscalía de Menores». El Proyecto Otro Enfoque se viene realizando en la ciudad desde el año 2012, cuando se firmó un convenio entre la Fiscalía de Menores y el Ayuntamiento de Burgos, con la implicación de la Plataforma de Voluntariado.