Siria decreta una tregua temporal en dos provincias sin incluir Alepo

Agencias
-

El régimen declara un alto el fuego de un día en Damasco y de 72 horas en Latakia, mientras nuevos bombardeos sobre la localidad asediada acaban con la vida de al menos 11 personas

 
 
Después de una intensa semana de escalada de violencia en Siria, donde el cese de hostilidades pactado el pasado febrero por las dos partes en conflicto es más una ilusión que una realidad, y un día después de que varios bombardeos sobre Alepo matasen a más de medio centenar de personas, el régimen de Bachar al Asad declaró ayer una nueva tregua temporal para dos provincias del país con el objetivo de reducir las acometidas vividas en las últimas horas, si bien excluyó la ciudad norteña, el foco más caliente donde han muerto desde el pasado 22 de abril más de 200 civiles en continuos ataques y combates.
Según anunció el Ejército, el alto el fuego, acordado con Rusia y Estados Unidos, afectará a Damasco y Latakia. En la zona donde se encuentra la capital, la medida durará 24 horas -es decir, toda la jornada de hoy-, mientras que en la región costera se prolongará durante 72 horas, lo que supone que estará en vigor hasta el próximo lunes.
El objetivo, tal y como apuntó un portavoz militar, es reducir la violencia en el país, por lo que se aplicará «un sistema de apaciguamiento» para poner fin a los «pretextos de algunos grupos armados terroristas para atacar a los civiles».
Curiosamente, las zonas señaladas apenas han registrado enfrentamientos en los últimos días, todo lo contrario que la ciudad norteña de Alepo, convertida ahora en el epicentro de los combates y donde los bombardeos y el fuego cruzado de artillería se producen casi de continuo.
Después del ataque sobre un hospital en la madrugada del pasado jueves, que causó medio centenar de fallecidos y cuya autoría todavía sigue siendo confusa -el recinto estaba bajo el control de la insurgencia, pero el régimen insiste en negar su implicación-, ayer volvieron a ser blanco de las ofensivas dos instalaciones sanitarias de la localidad asediada, así como un mercado de vegetales y una mezquita. La cadena de bombas se saldó con al menos 11 muertos, según indicaron activistas y médicos, que acusaron a la Fuerza Aérea gubernamental de estar detrás de estas acciones.
Además, el portavoz de la Defensa Civil en Alepo, Jaled Jatib, precisó que una delas clínicas, situada en el barrio de Al Marya, quedó fuera de servicio por el bombardeo, mientras que el otro centro, ubicado en el distrito de Bustan al Qasr fue golpeado por cuatro barriles de explosivos arrojados por varios helicópteros del Ejército.
Estos ataques contra hospitales no están haciendo más que deteriorar las precarias condiciones médicas de la ciudad.
Según apuntó el cirujano Rami Kalazi, no solo faltan medicinas, sino también equipamiento sanitario. «Aquí quedan cinco hispitales que funcionan y cinco clínicas. Los hospitales son grandes, pero respecto al volumen de población que atienden, son pequeños», lamentó, agregando que el recinto con mayor capacidad «solo tiene cuatro salas de operación».