El lunes los 150 trabajadores de Gamesa en Miranda volverán a la factoría, que retomará ese día los tres turnos habituales de trabajo después de un ERE de tres meses que ha afectado al 100% de la plantilla aunque manteniéndose un turno rotatorio entre todos los operarios. Y volverán a la planta del polígono de Bayas sin nada que hacer, es decir, sin producción de palas eólicas sobre la mesa, ya que no hay carga de trabajo, y por ahora solo se realizan labores de reparación de algunos elementos que llegan de parques ya operativos. Es la decisión que ayer se trasladó a los representantes de los trabajadores por parte de la empresa, a solo un día de acabarse el expediente.
Una decisión confirmada por ambas partes, sin que desde la propia Gamesa quieran abundar más en las perspectivas de futuro, y con mucha prudencia desde el comité de empresa, donde se confirma la decisión de la compañía de retomar el lunes los tres turnos.
Pero lo que es una buena noticia queda pendiente de lo que ocurra a futuro, ya que la vuelta a la actividad no puede mantenerse en el tiempo si no hay trabajo que realizar. De ahí que todo se siga fiando a la consecución de nuevos contratos para el modelo de palas que se fabrican en Miranda, siempre para el extranjero, y en especial se habla de uno para Egipto, en el que la compañía tiene mucho trabajo recorrido pero falta la firma.
De no salir éste u otros contratos de fabricación es más que probable que la empresa tenga que tomar nuevas medidas al no poder mantener el cien por cien de la plantilla sin trabajo que realizar ni ingresos que recibir. Y además de un nuevo ERE, el horizonte marca otras vías para rebajar los costes fijos de la factoría en tanto en cuanto llegan contratos, ya que parece que la intención es la de mantener el centro productivo confiando en que los pedidos de aerogeneradores acaben llegando.
En principio se confirma que el grueso de los trabajadores de Gamesa en Miranda que con motivo de la aplicación del ERE que hoy acaba fueron trasladados a otras plantas van a seguir en las otras factorías de Gamesa. Una manera de no hacerles regresar a un planta sin trabajo y además de garantizarles -en la medida de lo posible- el empleo.
Después, y tras los análisis que realice la empresa sobre las perspectivas reales de obtener contratos en firme para dar carga de trabajo a la planta, podrían abrirse nuevas posibilidades de traslados, la aplicación de un nuevo ERE temporal, o como último extremo el inicio de un periodo de consultas para un ERE de extinción de contratos basado en esa falta de carga de trabajo.
Por ello se intuye como esencial el buen resultado de las gestiones comerciales que Gamesa está realizando en varios países para la venta de sus parques eólicos, en concreto de instalaciones equipadas con el modelo G-80 que es el molde que se fabrica en la planta de Miranda.
En concreto, en Egipto, la firma española trabaja en la consecución de algunos proyectos importantes como la puesta en marcha de más de 300 megavatios de potencia en dos parques eólicos proyectados en el país del norte de África.