Las nuevas tecnologías han sido señaladas a menudo como el futuro. También en educación, donde, con mayor o menor ímpetu, interés y medios, se ha intentado promocionar su introducción en los procesos de enseñanza. Ayer, y como muestra de reconocimiento a los profesionales de la educación que han dado un paso al frente, se entregaron en la Sala Polisón del Teatro Principal los segundos premios a la innovación educativa ‘Juan Carlos Estébanez’.

Han sido cuatro los proyectos premiados. El jurado decidió dejar desierto el premio de la categoría A, destinada a educación infantil, y como posibilitan las bases del premio este ‘vacío’ fue subsanado con su reparto entre dos trabajos de la categoría C.

Ninguno de los proyectos presentados en la categoría A reunían las condiciones óptimas para ser premiado. Así lo entendieron Joaquín García, profesor de Historia del Instituto Comuneros; Miguel Villalaín, responsable de nuevas tecnologías de la Dirección Provincial de Educación de Burgos; Julita Fernández, profesora de Educación Primaria y especialista en la aplicación de las nuevas tecnologías; y Marta Sainz Antolín,  técnico de Educación y Cultura del Instituto Municipal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Burgos que ejerció como secretaria del jurado.

En la categoría B fueron Trinidad Ruiz López y Miguel Ángel Queiruga Dios, profesores de Educación Primaria del colegio Jesús María los ganadores por su proyecto ‘Acerca de...’ El jurado destacó del mismo la implicación que requiere tanto de los profesores como del alumnado, así como el uso de recursos multimedia.

En cuanto a la categoría C, ‘Aula virtual de Lengua y Literatura para Bachillerato’ de Jesús Ávila Sangrador, profesor de la Escuela de Arte, fue el premiado gracias a un proyecto que ofrece grandes posibilidades de extensión al centro educativo en su conjunto gracias a un trabajo práctico, constructivista y colaboracionista.

Por último, ‘Las TIC en las PCPI’ de Luis Barriocanal Cantoral, profesor del Centro Integrado de Formación Profesional Simón de Colina fue valorado positivamente por estar encaminado al alumnado de programas de Cualificación Profesional Inicial. Lo mismo sucedió con ‘La red también educa’ de Inés Andrés López, profesora del instituto Camino de Santiago, quien logró incluir los objetivos educativos como competencia en un proyecto práctico.

El miembro del jurado Miguel Villalaín propuso para próximas ediciones del premio incluir una nueva categoría que recompense aquellos trabajos de innovación educativa que impliquen al centro en su conjunto, valorando e esfuerzo por aplicar las nuevas teconologías de manera integral y continuada.