Megustol no es un medicamento, pero sí una suerte de placebo de azúcar cuyo objetivo es ayudar a quien lo consuma a aceptarse y valorarse tal cual es. Así lo explicó ayer la concejala de Juventud, Ana Lopidana, durante la presentación de esta nueva campaña municipal, en la que se repartirán 2.000 cajas de estos caramelos con mensaje: en cada una hay un prospecto con claves para hacer frente al desánimo y a la baja autoestima. De esta manera se pretenden reducir las conductas asociales y violentas entre la juventud que, según dijo Lopidana, se detectan cada vez con más frecuencia.
«Desde juventud se quiere animar a todos los jóvenes a que vean lo positivo que tienen porque es una forma de trabajar en salud, en su bienestar personal pero también en el social: así conseguiremos que la vida en familia y con los amigos sea mejor», dijo la concejala, especificando que la primera tanda de cajas se repartirá en colegios, institutos y facultades de la capital, en los que también se darán charlas de prevención de la violencia. La campaña, de hecho, está dirigida a los jóvenes de entre 14 y 25 años.
El emplear como reclamo una caja que simula el diseño y el contenido de un fármaco no es casual. Lopidana explicó que en un momento en el que hay cierta tendencia a la automedicación y que «parece que las pastillas lo arreglan todo», se pensó que presentar los caramelos como un «potenciador del bienestar, del crecimiento personal y de la autoestima positiva» podía ayudar a socializar más.
Así, en el papel que se incluye a modo de prospecto, se apunta que los efectos de valorarse incentivan a «llamar a tus amistades», «hacer deporte, patinar, bailar», «aprender actividades nuevas» o a «ejercitar la risa». Y todo ello repercute en una mayor sensación de bienestar y mejor rendimiento académico, así como en un aumento de la capacidad de afrontar la presión de grupo y tomar decisiones o a eliminar las conductas violentas, que es el fin último.
Para ello, la iniciativa se refuerza con el testimonio de cinco personas que afrontaron y superaron situaciones complicadas. Unas experiencias que se han recogido en cuatro vídeos que ya están colgados en Youtube y de los que hay distintas versiones: uno largo de entre 15 y 20 minutos y otros resumidos, que duran algo más de minuto y medio. También se moverán en redes sociales.
La Concejalía de Juventud ha destinado 2.000 euros a esta iniciativa en la que también ha colaborado la Asociación de Familiares de Personas con Discapacidad Intelectual Las Calzadas. En concreto, se han encargado de la fabricación de los 2.000 envases en los que se presentan los caramelos. «Con poco dinero se puede hacer mucho», dijo la concejala, antes de concluir que «creemos que va a ser un éxito». La campaña comienza ahora, pero la duración es indeterminada.