La «actitud didáctica» de la que parte de la Policía Local hace gala desde que se volvieron a abrir las grietas entre el sindicato mayoritario del Cuerpo y el equipo de Gobierno de Javier Lacalle le va a costar un pico a las arcas locales. Claro que eso será bueno para quienes no son especialmente hábiles en el cumplimiento de las normas de tráfico, así que la cosa tiene una doble cara.

La cuestión es que la aplicación del calendario laboral de 37,5 horas no ha gustado a la plantilla policial. Y no ha gustado porque los días de ajuste (se hacen para completar las horas que hay que alcanzar a final de año para aquellos que trabajan por turnos específicos) fueron colocados desde el área de Personal, dirigido por Carolina Blasco, en los días en los que habitualmente se pagaban horas extraordinarias que, de esta manera, el Ayuntamiento se ahorrará.

Así que, «dentro de la libertad de ejercer el derecho a protesta como cada uno considere», en palabras de los representantes sindicales del pasado mes de mayo, lo que hay en la calle es una huelga de bolis caídos en toda regla. Que si se puede evitar multar, se evita y se soluciona el asunto con una reprimenda al infractor, vamos. Si no hay denuncia no hay sanción, y si no hay sanción no hay ingresos para el Ayuntamiento. Y así es como están las cosas desde hace semanas.

¿Y en qué se traduce esta actitud tan aterciopelada por parte de los agentes en el uso del ‘recetario’? Pues en una disminución del 39,5% de las denuncias por infracciones de tráfico y un 37,4% de las intervenciones de la grúa en los seis primeros meses del año. Según las cifras comparadas de denuncias y actas, en el primer semestre de 2012 se impusieron 6.537 denuncias de tráfico desde Policía Local, mientras que entre el uno de enero y el 17 de junio de 2013 se han firmado 3.955.

En el caso de las retiradas de vehículos mal aparcados a través del servicio de grúa, en 2012 hubo 2.260 ‘paseos’ hasta el depósito mientras que en casi el mismo periodo de este año se han quedado en 1.415. En este último caso se trata, además, de un servicio muy deficitario para la ciudad, como refleja la memoria de rendimiento del año 2012.

Durante dicho ejercicio se retiraron de la vía pública 5.077 vehículos (hasta la pasada semana eran solo 1.415 en lo que va de año) y aún así se perdieron 990.000 euros, ya que el coste de mantenimiento de ‘la grúa’ fue de 1.153.594 euros y los ingresos se cerraron en 163.018 euros. Para analizar el impacto de la reducción de denuncias habrá que esperar al cierre de ejercicio, pero mucho tendrán que cambiar las cosas para que el Ayuntamiento recaude los 2,8 millones de euros que hay presupuestados de ingresos por esta vía.

El resto va bien

Lo que sí ha seguido funcionando con normalidad, o al menos conforme a los parámetros de otros años e incluso mejorando las estadísticas, han sido los servicios de vigilancia administrativa. Los controles del botellón se han quintuplicado (de 102 a 533), aunque ha habido 53 sanciones por 65 del primer semestre de 2012. Las denuncias por infracciones con animales, orinar en la calle, terrazas, ocupación de vía pública, ruidos y obras son prácticamente iguales.

También en el apartado de tráfico las sanciones ‘automatizadas’ a través del ‘multacar’ están en estadísticas muy similares. Entre enero y junio de 2012 se fotografiaron y denunciaron 1.796 vehículos mal aparcados, mientras que en 2013 han sido 1.577 pero a falta de dos semanas para cubrir el mismo periodo de tiempo, por lo que a final de mes la diferencia será residual. Estos datos están en manos del equipo de Gobierno.