La farmacéutica británica GSK, una de las firmas industriales que sostiene gran parte de la economía de la capital ribereña, se encuentra inmersa en un proceso de selección de personal para ampliar su plantilla, que en la actualidad se mueve en torno a las 600 personas. La firma no ha concretado cuántas personas pretende sumar a su equipo de trabajo pero sí ha dejado claro que tendrán preferencia los habitantes de Aranda y la comarca ribereña.
Lo que sí que tienen claro desde la Dirección de Recursos Humanos de GSK es el perfil profesional que necesitan para su proyecto. «Estamos buscando personas que técnicamente sean muy buenas y que, además, sean expertos mecánicos capaces de enfrentarse y resolver cualquier tipo de incidencia en su puesto de trabajo», explica José Luis Parriego, director de Recursos Humanos de GSK en Aranda. «Nuestro objetivo con este nuevo ‘profesional autosuficiente’ es doble. Por una parte, conseguir mejores y mayores competencias laborales en estas personas y, por otra, tener profesionales mucho más motivados, ya que son ellos mismos los que tienen un control total de su línea, no dependen de otros y se sienten más realizados”, apunta Parriego.
Para incorporar este perfil profesional en sus líneas es para lo que la factoría arandina ha activado recientemente un plan de búsqueda de talento en la comarca. De forma paralela, ha lanzado internamente un programa de autosuficiencia. «Estamos capacitando a nuestras personas, que ya son muy buenas técnicamente, para que asuman las competencias mecánicas necesarias», comenta el director de Recursos Humanos.
Esta factoría, gracias a los programas de compensación, conciliación, talento o desarrollo que han implementado con su plantilla, ha logrado que GSK sea la tercera empresa mejor valorada para trabajar en España, según el ranking de la revista Actualidad Económica. «Desde GSK creemos que lo más importante es que nuestra gente esté feliz y motivada para poder afrontar cualquier tipo de reto, y ampliando y potenciando sus competencias, lo conseguimos», concluye José Luis Parriego.