Los talleres buscan electromecánicos, chapistas y pintores

L.M.
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Son los perfiles más demandados por un sector que emplea en la provincia a casi 1.500 personas de manera directa

No se puede precisar un número aproximado de vacantes que puedan hacer falta en estos momentos, principalmente por cuestiones de demanda potencial y real, pero lo que sí que aseguran desde el sector de los talleres mecánicos es que faltan chapistas, pintores y electromecánicos jóvenes y convenientemente cualificados para trabajar «desde ya» en lo centros de reparación y mantenimiento de automóviles de Burgos. Además, siendo la provincia un territorio donde la agricultura y el medio rural tienen un gran peso en la economía, también advierten de que se requieren mecánicos con conocimientos en hidráulica y neumática, sobre todo para actuar sobre el parque móvil agrícola. Tal es la falta de estos trabajadores que hay pintores dedicados a la decoración que, tras unas nociones básicas y su propia destreza, están pintando remolques de camiones.

El principal inconveniente para encontrar estos perfiles, admiten desde la Asociación de Empresarios de Automoción de Burgos, radica en la gran complejidad de la tipología de los vehículos, de la técnica de los materiales y los periodos de formación, asegura el secretario general deAdeabur, «se han estacando en unos ciclos en los que todavía los jóvenes salen con una formación optimizada de dos años, pero siguen sin reunir el perfil porque el sector reclama una alta cualificación», indica Gabriel Martínez. Se demanda principalmente un trabajador con altos conocimientos y con una autonomía en su puesto importante, «unas metas que no se alcanzan con una FP», afirma. No obstante, confiesa que es «complicado» armonizar unos estudios de este tipo con las necesidades de las empresas y pide reanalizar la formación y cómo se canaliza hacia las compañías, lo que debería venir indudablemente acompañado de una mayor dotación económica por parte de las administraciones hacia los centros.

la mayoría son autónomos. En la provincia, el sector de los talleres mecánicos emplea de manera directa a entre 1.400 y 1.500 personas, una cifra que se ha mantenido estable durante los últimos ejercicios. Calculan desde Adeabur que hay cerca de 425 empresas repartidas por el territorio burgalés, principalmente micropymes -incluso los concesionarios-, ya que se trata en muchas veces de negocios familiares, con una media de tres trabajadores.

Cerca de un 30% del total de empleados son autónomos, lo que hizo que pudieran soportar de una forma un poco más laxa los vaivenes de la crisis económica años atrás. Aun así, muchos de los que perdieron su trabajo se pasaron al mantenimiento industrial, con mejores sueldos, y nunca más volvieron a su antiguo oficio.

«Tenemos unas cargas administrativas muy desproporcionadas con respecto a nuestra actividad económica», denuncia Martínez. A pesar de que es indudable que se trata de un sector de amplia demanda, no está teniendo una evolución económica acorde a la de otros relacionados como la exportación o producción, que van poco a poco remontando lo perdido durante los últimos años. 2017 cerró con un aumento del 4,3% en la carga de trabajo, mientras que durante el primer semestre de 2018 ha bajado hasta el 2,5%. Lo que no va acorde a este factor es la rentabilidad que obtienen; «se trabaja más pero con menos margen de beneficio», explica. Y es que estiman que la facturación de los talleres burgaleses apenas subirá un 1,8%, siete décimas menos que la carga de trabajo que soportan, un hecho que ya tuvo lugar el año pasado. Este fenómeno provoca que las ganancias sean cada vez menores, lo que repercute de manera directa en posibles nuevas inversiones.

Del total de talleres mecánicos, cerca de la mitad se concentran en la capital, mientras que un 35% lo hacen en núcleos urbanos como Miranda oAranda, donde la industria tiene un peso muy importante, mientras que el esto se reparte por varios enclaves. Sorprende, para mal, asegura Martínez, la escasa presencia de este tipo de negocios en municipios comoLerma o Briviesca, mientras que destaca la buena salud del sector en el norte, en localidades como Medina de Pomar oVillarcayo.