A pesar de que las actuales adjudicatarias no se han dirigido aún a sus trabajadores para informarles de su futuro con la salida a concurso de las tres áreas de servicio de la antigua AP-1, los empleados se muestran «tranquilos y, por ahora, escasamente preocupados». La licitación  de estas tres zonas de descanso y repostaje -ayer salió la última, la de Quintanapalla, por un canon anual de 216.000 euros y un valor estimado de contrato de 91,7 millones de euros- afectará a una plantilla de en torno a 120 personas, entre personal de atención en gasolineras y trabajadores de los restaurantes y cafeterías. La inquietud no ha cundido porque que las empresas -si no son las mismas- que ganen en el concurso han de subrogar todos los contratos, según aparece en pliego que detalla las cláusulas de subrogación.  
La presidenta del comité de empresa de Autogrill Iberia en Burgos, la compañía que gestiona las cuatro áreas de restauración -dos por sentido de la circulación- de Briviesca y de Pancorbo (El Desfiladero), indica que la plantilla «no está preocupada» porque la empresa que se haga con el contrato «ha de subrogar al personal fijo». Lo deja muy claro el pliego del concurso al que ha tenido acceso este periódico, que publica el listado de toda la plantilla de la zona de restauración, compuesta por 53 empleados entre camareros, cajeros, cocineros, ayudantes, etc. Su coste anual asciende a 1,4 millones de euros. A ellos  hay que sumar otros 31 trabajadores que prestan su servicio en las gasolineras de Cepsa situadas también en ambos sentidos de la nueva A-1.

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