Lejos de los eufóricos mensajes gubernamentales sobre la recuperación económica, Cáritas ha advertido que cada vez son más las personas que no tienen ningún tipo de ingreso. Por eso, la ONG de la Iglesia Católica afirmó ayer que le resulta «indispensable» que se facilite el acceso a las ayudas públicas «de manera que se acorten los tiempos y los requisitos por los cuales quienes no tienen recurso alguno «no se vean obligados a esperar meses y a vivir de las ayudas de las entidades sociales para poder comer y atender las necesidades básicas». Y es que el empleo tampoco acaba de activarse para las personas con más dificultades.
«Las ofertas que nos llegan son escasas y sigue aumentando poco a poco el número de personas que se quedan sin ningún tipo de prestación por desempleo», explicó un portavoz, coincidiendo con la firma de un convenio de colaboración con la Fundación Caja de Burgos por el cual esta entidad destinará 60.000 euros a Cáritas cuyo destino serán 4.300 familias en riesgo de exclusión social.
Así, el dinero va a utilizarse a la denominada ‘red de primera acogida y atención primaria’ que incluye la cobertura de las necesidades básicas: alimentación, nutrición infantil, medicinas y suministros básicos del hogar (luz, gas...). La ONG dedica a este menester anualmente 380.000 euros, lo que supone «un alivio y la posibilidad de subsistencia para muchas personas que tienen que afrontar situaciones de paro de larga duración, ingresos insuficientes o nulos, gastos de vivienda o dificultades de salud». Buena parte de las familias que se verán beneficiadas tienen hijos pequeños a su cargo y son de nacionalidad española.
A la espera de publicar su memoria de 2014 el próximo mes de mayo, Cáritas avanzó que a lo largo de ese año se atendió a 15.000 personas, una cifra muy similar a la de 2013. También apuntó que está apostando «por un cambio en la visión del modelo asistencial de la organización para enfocarnos en los derechos como temática de atención prioritaria porque creemos que es más importante hablar de los derechos que no son atendidos que de las necesidades».
Por otro lado, también se tiene en cuenta el mundo rural, en el que hay implantados 26 equipos de Cáritas parroquial «reforzando la atención profesional y aumentando los recursos, especialmente para infancia y juventud así como para personas mayores que viven en soledad».