Una División de Fuerzas Pesadas con capacidad para desplegar más de 16.000 hombres en el extranjero ha de contar con un puesto de mando como Dios manda. Pues bien, Defensa está en estos momentos construyéndolo en los sótanos del acuartelamiento Diego Porcelos, en la calle Vitoria. Tendrá carácter semipermanente, ya que todos los equipos -ordenadores, transmisiones, etc- pueden ser desmontados para su envío a un eventual puesto en la zona de operaciones.

Estas nuevas dependencias, que ocupan los subterráneos de dos alas del cuartel, cuentan con varios departamentos. Allí se ubicarán el despacho del general y la sala de crisis, al lado, donde se reunirán los mandos de las áreas -logística, inteligencia, asesoría jurídica, transmisiones, administración, etc- necesarias para resolver un conflicto determinado.

Asimismo, contará con una sala de videoconferencias, para establecer contacto directo con las tropas desplazadas, y, lo más importante, el centro de operaciones, una gran sala con capacidad para unas 50 militares, encargados de supervisar todos los detalles del despliegue. Contará con relojes en todas las fases horarias; pantallas con las imágenes de la CNN o Al Jazeera, y ordenadores donde los responsables de cada célula controlarán al minuto todo lo que sucede en la misión, tanto si es en España como si es el extranjero.

En torno a 250 oficiales y suboficiales trabajarán las 24 horas del día en este puesto de mando. De hecho, al margen de las guardias, la actividad en el acuartelamiento ahora se produce solo por el día. Sin embargo, cuando Fuerzas Pesadas sea una división tendrá que estar operativo todo los días del año, las 24 horas. Esta transformación provocará la llegada paulatina de militares a Burgos, unos de forma permanente y otros cuando su presencia sea requerida para controlar u observar un despliegue concreto.

En la segunda ala (que no está representada en el croquis de arriba) se emplazarán los puestos de las distintas células, donde trabajará todo el personal cuya presencia no es necesaria en todo momento en el centro de operaciones, que es corazón del nuevo puesto de mando.

Las obras del mismo durarán hasta el año 2014. A principios ya tendrá que estar concluido, pues el ejercicio de evaluación para adaptarse a los criterios de la OTAN se efectuará desde allí.