La diversidad educativa, en cómic

G.G.U. / Burgos
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Padres y madres de niños con necesidades especiales que estudian en el Fernando de Rojas recurren a la viñeta para sensibilizar

Al igual que en una paleta hay cabida para una amplísima gama de tonalidades, en el día a día conviven personas con circunstancias muy diversas. Y de ahí que el grupo de padres y madres con hijos con necesidades educativas especiales del colegio Fernando de Rojas titulara Somos de colores a su último proyecto: un cómic en el que tintes muy poco frecuentes son los protagonistas de una serie de viñetas que, a partir de anécdotas reales, explican al resto de la comunidad educativa por qué ellos tienen otras necesidades.

El Fernando de Rojas, ubicado en Gamonal, es uno de los colegios más grandes de la región y no solo tiene matriculados a más de cien niños con necesidades educativas especiales sino que es de referencia para escolares con discapacidades motoras. De ahí que en 2009 se formara un grupo de padres y madres cuyo objetivo es divulgar y sensibilizar acerca de las capacidades diversas de sus hijos, sobre todo dentro del ámbito educativo en el que se mueven. Así, primero grabaron un DVD para explicar cómo se manejaban los menores en el colegio, pero hace dos años decidieron dar un paso más y plasmar en un cómic hechos ‘divertidos’ que les habían ocurrido a sus hijos por esas particularidades concretas que sus compañeros de estudios no siempre entienden, a pesar de sentarse a diario junto a ellos en clase.

Ese fue el origen de Somos de colores, el cómic que ayer se presentó en el salón de actos del colegio y de cuyo diseño íntegro se ha encargado una de las madres del grupo, Teresa Vallejo. «Nuestra intención es visibilizar las necesidades especiales de nuestros hijos empezando por hacernos más visibles dentro del colegio», explicó  ayer la diseñadora, que huyó de todo protagonismo y recalcó que el cómic es un trabajo de grupo. En ese sentido, explicó que han sido las familias las que han aportado las historias que ella dibujó y coloreó después. «Los textos, de hecho, son de las familias», comentó en la presentación.

Así, cada una de las once historias se ha organizado siguiendo un mismo esquema: una página técnica en la que se explica cuál es la capacidad diversa que ha dado lugar a la anécdota y, a continuación, la viñeta con un texto elaborado por la familia protagonista. Y para preservar el anonimato de los menores, los personajes son colores poco frecuentes en la paleta: el bermellón, el siena, el ámbar o el amaranto. Este último, por ejemplo, es un niño prematuro, que tiene leucomalacia periventricular y va en silla de ruedas. «Hemos elegido colores para ahondar en la idea de la diversidad: hay muchos colores y muchas circunstancias», explica la autora de cada dibujo.

Tanto la iniciativa como la financiación necesaria para imprimir las 2.000 copias que se repartirán entre los miembros de la comunidad educativa del Fernando de Rojas ha sido del grupo de progenitores, pero destacan que desde el primer momento contaron con el apoyo del centro.