La Fuente de los Delfines se ha convertido en el centro neurálgico de todas las celebraciones deportivas de Burgos y la plantilla de Autocid Ford, no iba a ser menos, abandonó el polideportivo El Plantío para prolongar la fiesta en la Plaza de España.

Jugadores, cuadro técnico, familiares y algún directivo se trasladaron en el autobús hasta el centro de la ciudad. Estuvieron escoltados por los coches de seguidores. Nada más pisar el suelo todos se lanzaron al agua de la fuente. Ataviados con ropa veraniega y auxiliados por llamativas ruedas que hacían de flotadores ofrecieron un espectáculo, cuando menos, llamativo. Las camisetas azulonas que lucían también les sirvieron de abrigo en la fría noche burgalesa. Se las habían puesto en el partido para conmemorar la conquista del título de campeones. En la parte frontal lucía la leyenda de campeones y en la posterior los dorsales y nombres de los once jugadores y del cuadro técnico.

Chapucearon en el agua y solo algunos aficionados les siguieron en el desafío, porque la noche no invitaba a la práctica de actividades propias del verano.

Hubo tiempo para cambiarse de ropa; dejar la mojada en el autobús y prolongar la fiesta en El Hangar; ya más calentitos.