Historia de la caridad

Angélica González / Burgos
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Cáritas refleja en una exposición en la Catedral el trabajo realizado en sus 50 años de historia y lamenta no poder llegar a todas las demandas que la realidad le presenta ahora

El delegado diocesano de Cáritas, Óscar Moriana, explicó a los presentes el significado de cada uno de los paneles de la exposición. - Foto: Patricia

La dinámica del trabajo de Cáritas, igual hoy que hace medio siglo, es ir junto a la realidad social y dar respuesta, casi inmediata, a las necesidades de la gente. Así lo hizo en los años 60 y así lo sigue haciendo ahora aunque su delegado diocesano, Óscar Moriana, lamentó no poder llegar a todas las demandas que ahora mismo se presentan, y puso como ejemplo la falta de empleo de la que está aquejada buena parte de la sociedad. Moriana hizo esta reflexión durante la inauguración de la exposición Almas de construcción masiva que recoge en la sala Valentín Palencia, en los bajos de la Catedral, todo el recorrido vital de esta asociación con sus hitos más importantes.

Los responsables de Cáritas estuvieron ayer muy bien acompañados. Junto con el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, los responsables de los estamentos civiles y militares y un buen puñado de personas voluntarias que hacen posible su labor presentaron a la sociedad de Burgos cómo ha sido su trabajo en estas cinco décadas. Y cada momento importante lo acompaña esta muestra vinculado a unos elementos cotidianos y fácilmente reconocibles. La cocina de caridad está apuntalada por un gran perolo y unos platos de duralex; el albergue de transeúntes, por una sencilla cama; los talleres de formación, por herramientas, tal y como se puede ver en las imágenes que acompañan este texto. Los más jóvenes pueden ver también cómo era una cartilla de racionamiento, un elemento fundamental para que los burgaleses de la posguerra pudieran tener acceso a los alimentos más básicos.

La muestra, que se podrá ver hasta el día 15 de junio, tiene la misma sobriedad e idéntica sencillez que Cáritas. Elaborados sus carteles con cartón, en ellos se pueden recordar los lemas con los que la entidad benéfica de la Iglesia Católica ha ido llamando la atención a la ciudadanía sobre sus vecinos más vulnerables. Una pequeña publicación, por la que se pide la cantidad simbólica de un euro, explica los cambios experimentados por la entidad durante todo este tiempo: de la cocina de caridad a la economía social.

El recorrido termina con un vídeo muy emotivo y que refleja la esencia de Cáritas: las personas voluntarias. Varias de ellas recuerdan los primeros tiempos de ese trabajo de amor a los demás y todas coincide en el mismo punto: ayudando han recibido mucho más de lo que han dado.