Los responsables de la ADRI Ribera del Duero Burgalesa siguen trabajando en el programa Ribera Voluntariis, que se puso en marcha en marzo de este año y que ya cuenta con un total de 47 voluntarios, o «riberizadores» como ellos mismos se han venido a denominar, que se encargan de organizar y realizar rutas guiadas por sus propios municipios, en las que se descubre no solo el patrimonio que hay a simple vista sino muchas curiosidades y anécdotas de su historia y sus habitantes.

Aprovechando la ralentización de la actividad en estos meses de otoño, comparada con la apretada agenda de la época estival, están trabajando en la preparación de nuevos integrantes de este equipo de particulares guías para sumar dos nuevas localidades a su propuesta. En concreto, hay tres personas en Torregalindo y una más en Adrada de Haza que están formándose y desarrollando el contenido de las rutas por sus municipios para poder incluirlos en la oferta del programa ‘¿Te enseño mi pueblo?’.

El buen resultado obtenido en los primeros meses de esta iniciativa, ha animado a sus promotores a continuar con este programa, que ha sumado ya en torno al medio millar de participantes entre los municipios que han contado con él en primavera y verano. «Contamos con un amplio abanico de localidades, cada una con su encanto especial, por lo que cualquiera de las rutas es más que interesante, y organizamos el calendario de visitas en función de la disponibilidad de los voluntarios», explica Héctor Ibáñez, gerente de la ADRI Ribera del Duero Burgalesa, que aclara que «hay localidades como Villaescusa de Roa donde hay 12, otras con menos como San Martín de Rubiales, que tiene cinco, Tubilla del Lago, que tiene tres, o Zazuar y Castrillo de la Vega, que tienen dos cada uno, pero en la gran mayoría hay un solo guía voluntario».

En la web de la ADRI se encuentra el calendario con las localidades que tienen disponible la visita guiada para cada fin de semana o día festivo, por lo que las personas interesadas se pueden informar y reservar su plaza ya que, aunque las visitas son gratuitas, hay que apuntarse el jueves antes de la fecha marcada para su celebración para la mejor organización de las mismas.

Al final, el objetivo de este programa no es admirar el retablo de tal iglesia o el barrio de bodegas de tal localidad, sino que pasa por conocer a fondo, como si fuésemos vecinos del municipio, el alma de esos pequeños enclaves de la comarca que, por cercanos, muchos los tenemos olvidados.