Limpios, pero cada vez más dejados

J.M. / Burgos
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Un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios revela que en los últimos 4 años ha empeorado la percepción de los burgaleses sobre el estado de las calles. Ha pasado del puesto 7 de la clasificación nacional al 11

 
Más allá de la Catedral, El Cid, el lechazo o la morcilla, si de algo han presumido los burgaleses en los últimos lustros, especialmente aquellos que peinan alguna cana, ha sido de la calidad del agua que sale por sus grifos y de lo limpia que están sus calles. Hace poco que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) confirmó la primera de estas teorías al situar a Burgos a la cabeza del ránking nacional pero ayer, en un nuevo informe, destacó cómo los ciudadanos de la capital creen que sus espacios públicos ya no están tan pulcros como hace cuatro años.
El estudio, que se ha realizado en 60 ciudades del país, sitúa a Burgos entre los municipios más limpios. Pero al mismo tiempo muestra también cómo, poco a poco, deja de estar en los puestos de privilegio y de referencia. En la clasificación que elabora este organismo ha pasado del séptimo lugar que ocupaba en 2011 al undécimo en este 2015. Antes le otorgaba 68 puntos sobre 100 y ahora 64. Una caída que, sin ser excepcional, no se considera baladí.
Este retroceso viene dado porque en la encuesta que ha realizado la OCU se muestra que los burgaleses están menos satisfechos con la limpieza que cuando se les consultó, con preguntas muy similares, hace cuatro años. No ha cambiado que lo que más les molesta son los grafitis (solo obtiene 53 puntos sobre 100) y los excrementos de animales en la vía pública (43 de 100), pero donde realmente baja la valoración respecto a 2011 es en el estado de las calles y de las aceras. En este apartado se han perdido seis puntos (de 72 a 66). 
Otra de las preocupaciones de los ciudadanos es la imagen de suciedad que dan las casas y los locales abandonados (53 puntos sobre 100). Ha habido muchos cierres, obras que la crisis ha paralizado durante años y es probable que también se note más el contraste en las zonas donde se han producido rehabilitaciones. El estudio de forma genérica para todo el país, también destaca que los residentes notan diferencias entre cómo se cuidan sus rincones más turísticos y los barrios periféricos.
El estudio asegura, en términos generales, que la disminución de los presupuestos esta muy relacionada con que la valoración haya caído en el 30% de las ciudades. En el caso de Burgos se revisaron los contratos a la baja y han bajado también de forma notable los medios mecánicos que se utilizan para limpiar las calles. Antes había una por cada 2.418 habitantes y ahora corresponde una por cada 3.419. Pese a esto, se asegura que el gasto por cada burgalés se mantiene en los 41 euros. 
En cuanto al número de papeleras en Burgos, la OCU asegura que se ha mejorado. De una por cada 40 personas en 2011 a una por cada 36 en este 2015.
 
Los mejores y los peores. Por este orden, los lugares más limpios a juicio de sus propios ciudadanos son Oviedo, Bilbao, Gijón, Getxo, Vigo, Pamplona y Logroño. Y de Castilla y León, por delante de Burgos, Segovia, Soria y Palencia.
Las ciudades más sucias son, por este orden, Alcalá de Henares, Madrid, Alicante, Valencia, Jaen, Huelva y Cuenca. De la región, el deshonor es para Zamora, en la media del país con 54 puntos, y Ávila con 56.