Hastío por el cine

AGENCIAS
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El actor Carmelo Gómez anuncia en el estreno de 'Tiempo sin aire', en el que interpreta a un psicólogo, que deja el séptimo arte y que se dedicará al teatro, donde le tratan mejor

Parece definitivo o, al menos, eso es lo que señaló ayer el actor Carmelo Gómez: su relación con el cine llega a su fin. Dice que  se siente desencantado con el séptimo arte en España y por ello no quiere hacer más proyectos ni en la pequeña ni en la gran pantalla, tal y como aseguró con motivo de la presentación de la cinta Tiempo sin aire, que se estrena este próximo viernes en los cines.

«Lo dejo porque me dejan», sentenció el intérprete durante una entrevista, en la que aseguró que no quiere seguir en este sector, «haciendo pruebas y sufriendo una humillación horrible».

«Siento que hay una cierta diletancia, creo que por la presión que estamos viviendo», señaló el actor, quien condiciona esta decisión definitiva a un cambio general del país. «Tendrían que cambiar mucho las cosas. Si de repente podemos y creamos una nueva constitución y una nueva democracia, cambiará la cultura», señaló. Ahora, en cambio, siente desilusión respecto a «un Gobierno de derechas al que sigue otro de derechas» y cree que finalmente «la cultura será relegada porque es incómoda». «Estamos en una situación en la que no tenemos capacidad de expresión», añadió.

El actor interpreta a un psicólogo en el drama Tiempo sin aire, producida por Gerardo Herrero, con quien trabaja en otros dos proyectos que estrenará este año: La playa de los ahogados y La punta del iceberg.

Tras estos estrenos, Carmelo Gómez pretende dedicarse por completo al teatro, donde afirma que le quieren «mucho. Y yo quiero a los que me quieren, no tienen más que llamarme y hago el trabajo», señaló  el intérprete, quien próximamente subirá a escena El alcalde de Zalamea.

Zona de guerra.

El nuevo filme interpretado por Carmelo Gómez, Tiempo sin aire, dirigido por Samuel Martín Mateos y Andrés Luque, es un drama que aborda las consecuencias de los conflictos bélicos.

Tras dirigir Agallas (2009), Martín y Luque quisieron contar una historia con tono de thriller pero con una estructura de drama que profundizará más en los personajes y con la que poder poner «sobre el tapete» la manera en la que se rompen las almas en las guerras.

Además del leonés, la cinta está protagonizada por Juana Acosta, Adriana Ugarte y Félix Gómez y cuenta la historia de una mujer cuya hija es asesinada por la guerrilla en Colombia y se traslada a España con el objetivo de poner en marcha su venganza.

Andrés Luque precisó que aunque esta historia se ambienta en el conflicto de Colombia, es una «historia universal» que puede suceder en cualquier lugar, aunque reconoce que el país sudamericano es un escenario que está «de actualidad».

Samuel Martín, por su parte, señaló que su objetivo era llevar a la gran pantalla «las pulsiones que están arraigadas en el ser humano» y que son «tremendamente universales», tales como la violencia y la mentira, aunque también otras «luminosas» como el «amor incondicional y la entrega absoluta». Ante todo, querían «seres humanos» y «personajes muy poliédricos».

Según explicaron los directores, una de las claves ha sido trabajar con la «contención» y con la famosa premisa del «menos es más». «La historia es tan poderosa en lo emocional que si los personajes es excedían se podía ir de las manos».

En la confección del personaje interpretado por Acosta, tuvieron presente que era una mujer «muy herida», que sufre un drama «por dentro» y cuya determinación está «marcada por la constancia, la obsesión, pero desde la meticulosidad en la búsqueda». «Queríamos a una mujer colombiana con un carácter nórdico», bromearon.

Este es el segundo proyecto juntos y de momento no saben si repetirán en el futuro, puesto que ambos trabajan en TVE, lo que ocupa «mucha energía y tiempo». Además, recuerdan que los plazos para sacar adelante las películas en España son «largos» y en ocasiones suponen una «epopeya».