La restauración de la girola requiere el desmontaje de 2 relieves de Vigarny

I.L.H. / Burgos
-

Las escenas escultóricas de la 'Crucifixión' y la 'Resurrección'(3 y 4 en la imagen), que presentan la patología más grave, serán separadas del conjunto para conseguir eliminar los accesos de humedad que afectan a la piedra

Los relieves que Felipe Vigarny realizó en el siglo XV en estilo renacentista son los 3 centrales. Los otros 2 son del siglo XVII y los firma Pedro Alonso de los Ríos. - Foto: Alberto Rodrigo

«Se trata de una labor sumamente complicada y de alto riesgo, pero la única que ofrece las garantías de seguridad estructural y aislamiento». Es la conclusión a la que ha llegado el equipo de investigación coordinado por la Junta tras elaborar un diagnóstico exhaustivo y esclarecedor sobre el deterioro de la girola de la Catedral. Desde Patrimonio se proponen atajar el problema de raíz y para ello plantean la necesidad de desmontar dos de los tres relieves realizados por Felipe Vigarny en el siglo XV, con todo lo que eso supone.

Se trata de las escenas escultóricas que aluden a la Crucifixión y la Resurrección, las dos que presentan una patalogía más grave con desprendimientos continuos y la pérdida de parte de su relieve. La tercera de Vigarny, Camino del Calvario, se encuentra en mejor estado por lo que su restauración podría llevarse a cabo en la propia Catedral. En cuanto a los dos relieves del siglo XVII que completan el conjunto, también serán sometidos a intervención, pero como al igual que Camino de Calvario no sufren un deterioro tan elevado.

La porosidad de la piedra de Briviesca con la que fueron esculpidos, su fácil fracturación, las sales que han ido acumulando las rocas, la humedad que se filtra por la parte trasera (donde se halla el retablo), los cambios de temperatura y las intervenciones llevadas a cabo a lo largo de la historia han herido de gravedad al conjunto escultórico del trasaltar y, principalmente a los dos relieves mencionados. El informe de la Junta, elaborado después de más de un año de estudios y análisis, propone una línea de actuación «prolija y lenta», en palabras del director General de Patrimonio, Enrique Saiz, «que duraría al menos dos o tres años». La intervención, subraya el informe, debería ser integral y drástica para que no se quede en otro mero parche.

Para ello es necesario subsanar las tres vías claras que causan su patología:el aporte de humedad, la salinidad de la piedra y los problemas estructurales que han supuesto un deslizamiento importante en los dos relieves más dañados. Lo primero que requiere el tratamiento es la desalación del conjunto escultórico para mitigar su cristalización, o lo que es lo mismo, evitar que la piedra se siga deshaciendo. Aquí será necesario eliminar las aplicaciones impermeabilizantes y consolidantes empleadas en las reparaciones anteriores.

Acto seguido se procederá al desmontaje de los relieves de la Crucifixión y la Resurrección. Una actuación que, como refleja el informe, es sumamente complicada y de alto riesgo, pero absolutamente necesaria porque para aislar la piedra de Briviesca de las fuentes de humedad, porque se necesita acceder a la parte trasera de la girola, un espacio reducido que da acceso al retablo.

No es el único sitio, sin embargo, de donde procede la humedad, que se filtra de otras zonas de la Catedral como Pellejerías y el entorno del trasaltar. Para atajar el agua que proviene de Pellejerías sería necesaria una evacuación de la cámara bufa bajo la calle Fernán González y de la fuente que está en esta plaza. El entorno del trasaltar requerirá también de las subsanaciones pertinentes.

Dada la magnitud de las obras, el presupuesto será elevado. Sin embargo, la restauración de la girola no puede dependen de partidas anuales que puedan o no aprobarse ni de ir a envites según se consiguen fondos.Porque, tal y como advierte el informe, el calendario de actuaciones debe tener un «planteamiento de continuidad en todas las acciones «por la íntima relación que tienen entre ellas. La ruptura de este plan supondría arriesgar la conservación del conjunto».