La reapertura de Montefibre está aún en el aire. Aunque el máximo responsable de Praedium, la sociedad que quiere hacerse con el control de la compañía para retomar la actividad fabril, muestra su total decisión de avanzar en el plan para retomar la actividad, los pasos que hay que dar siguen sin ser certeros, y una parte esencial en todo este proceso está aún sin cerrarse. Tras una semana de intensas negociaciones, ofertas y contraofertas, acuerdos y desacuerdos, anoche se confirmaba que el pacto final entre Praedium y Endesa no se había alcanzado.

El inversor y la eléctrica no han logrado aunar criterios y conformar un pacto satisfactorio para ambas partes que permita poner de nuevo en marcha la planta de fibras acrílicas. Y eso que sobre la mesa ha habido varias opciones en los últimos días.

Desde Praedium se pretende que Endesa renuncie a una parte muy importante de la deuda que Montefibre acumula con ella, y si bien la eléctrica está dispuesta a no cobrar los 7 millones de euros que Montefibre le debe, tampoco accede a sumarse al convenio de acreedores que marcaba una quita del 60% de la deuda.

Desde Endesa, se asegura a este periódico que se sigue en disposición de negociar, aunque se reconoce que existe «cierta sorpresa por los métodos seguidos por Praedium» en todo este proceso, ya que ante acuerdos aparentemente alcanzados ha habido variaciones de opiniones y posiciones, interpretados como «falta de seriedad» por parte de Endesa.

No entienden las razones para que el pasado sábado, de urgencia, Praedium les conminara una nueva reunión para negociar, después de seis meses sin contactos, según aseguran desde la eléctrica.

Dice Endesa que ha mostrado su disposición a ceder en muchos de los aspectos planteados, incluidos los económicos, pero que hay un límite en sus cesiones que no pueden traspasar por respeto a sus propios accionistas y por una responsabilidad con la gestión de la compañía. El último planteamiento hablaba de una quita del 30% de la deuda, a pagar en cuatro años y con uno de carencia, librando a Predium de la obligación de comprar el gas a Endesa.

Con este panorama el futuro de Montefibre no está nada claro, aunque desde Praedium aseguran que el hecho de que no se llegue a un acuerdo con Endesa no imposibilita que su proyecto para reabrir la planta esté abandonado, ya que entiende que hay otras posibilidades.

La entrada de Endesa en el acuerdo es importante ya que la firma es suministradora de gas para la planta de cogeneración que da electricidad y calor a Montefibre, y además para la planta mirandesa, la producción de energía eléctrica es un añadido notable que le permite vender parte de esa producción y completar sus ingresos con los procedentes de la cogeneración.

Las opciones para retomar la actividad en Montefibre pasan también por que Praedium haga efectivo el pago de los 2 millones de euros para hacerse con el 90% de la empresa mirandesa, y sin la cogeneración actual buscar una alternativa de garantía de suministro para su proceso productivo.

Luego habría que asumir el compromiso de inversiones, pago a acreedores y puesta a punto de la planta. Y están los empleos, ya que actualmente Montefibre cuenta con apenas 40 trabajadores tras liquidar al grueso de su plantilla. De reabrirse, los despedidos tendrían derecho preferente para incorporarse, aunque en diferentes condiciones, al aplicarse el plan de viabilidad que aumenta la jornada a las 40 horas y contempla un salario un 30% inferior.