El pintor de los sueños y las estrellas

R. Perez Barredo / Burgos
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Ignacio González, gerente del IMC, homenajeará en el libro Ventanas para soñar vidas al artista burgalés Timoteo Alonso, autor de miles de carteles de cine

Si hay un burgalés testigo y parte de la época dorada del cine en Burgos ese es Timoteo Alonso, el último gran cartelista, el hombre que con sus pinceles sedujo visualmente a los ciudadanos, el artista que reclamó la atención de la gente sobre las películas que se proyectaban en los cines de la ciudad a través de su arte. Ignacio González de Santiago dedica un capítulo especial en Ventanas para soñar vidas al pintor que mejor cultivó este oficio ya perdido.

«La imagen cinematográfica está vinculada de manera sustancial al cartel anunciador. En la memoria colectiva y sentimental de los espectadores perviven tanto escenas de la película vista como, muchas veces incluso de manera más poderosa, el recuerdo del cartel que anuncia la película. Así no es extraño que cualquiera recuerde con nitidez las imágenes de carteles de películas como Lo que el viento se llevó o La guerra de las galaxias, pues sus iconos, la fuerza expresiva del cartel y su capacidad evocadora a la vez que narrativa se han apropiado de nuestro subconsciente más allá del argumento o los personajes que suponen la esencia de la película. En el amplísimo mundo de la publicidad y el diseño gráfico el cartel de cine ocupa un lugar privilegiado, por popular y por repetido. Es más, el cartel constituye por sí mismo una expresión artística autónoma, reflejo de una época, de unos gustos, de una manera de ver y sentir», escribe González.

Timoteo Alonso pintó infinidad de carteles de cine entre las décadas de los 50 y los 70, hasta el cierre del Gran Teatro.Comenzó en el Cine Cordón y su primer cartel fue Brigadoon, del cineasta Vicente Minnelli. Fue el princepio de muchos, cientos de carteles para ese y otros cines: el Avenida, el  Consulado y Goya, el Gran Teatro,  losCondal y Ducal; también para el Calatravas. «Timoteo Alonso ha sido quizá el más prolífico de los cartelistas de cine burgaleses. Cierto que es que carteles para las fachadas de los cines locales pintaron en su día Julián Santamaría ‘Canti’ o Cristino (por citar algunos), pero nadie estuvo tanto tiempo vinculado de  manera profesional y estable a esta actividad. La producción de carteles para fachadas era constante, pues las películas tenían escasa vida en programa, ya que lo habitual es que se proyectaran en torno a dos semanas, aunque Alonso recuerda, como venturosa excepción, que El último cuplé batió marcas al permanecer en proyección durante tres meses».

Gracias a esa dedicación Timoteo Alonso conoció a empresarios, actores y actrices, gente del mundillo a quienes si no difícilmente hubiera tratado: Cint Eastwood,  Orson Welles,Sara Montiel, Milagros Ponti, Raphael, Marisol, Manolo Escobar, Paco Morán...

Se convirtió, dice Ignacio González, «en un reputado y codiciado cartelista, diseñador y rotulista»; un gran artista, testigo y protagonista de una época gracias a los carteles de cine que lucieron en las fachadas y que fueron admirados por tanta gente anónima como reconocida: el propio Bing Crosby le dedicó una foto. También la hermosa Deborah Kerr. Casi nada.