La Junta hará el nuevo Museo de los Dinosaurios pero será más pequeño

Belen Antón / Salas
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Patrimonio avanza que habrá que pensar en un edificio más «sostenible» y decidir cuál será su ubicación

El Museo de los Dinosaurios cumplió una década el año pasado, con una media de 12.000 visitantes cada año. - Foto: Ángel Ayala

La Junta de Castilla y León mantiene la propuesta de construir un nuevo museo de Dinosaurios en Salas de los Infantes aunque valora la posibilidad, como explica Enrique Saiz, director general de Patrimonio, de edificar una instalación más pequeña de lo que hasta la fecha se barajaba para que su gestión no se convierta en un lastre. «En ningún caso ni la Junta ni la Consejería de Cultura han dejado olvidado este proyecto ni lo van a dejar morir. La idea es seguir avanzando pese a las dificultades y quizá haya llegado el momento de plantearse hacer una instalación más pequeña, para que se pueda gestionar y que sea algo proporcionado», afirma el director general de Patrimonio.

Desde la Consejería de Cultura son conscientes de que las icnitas y los restos fósiles de dinosaurios de Salas y de su comarca necesitan un museo que mejore al actual, que se encuentra en dependencias municipales, pero se muestran prudentes de cara al futuro. «Debemos estudiar el alcance real del edificio, su tamaño y dimensión, porque su sostenibilidad es fundamental. Tenemos que tener certeza y ser prudentes a la hora de hacer algo que se tiene que sostener en un futuro, aún sabiendo que será un importante revulsivo para toda la comarca», señala Enrique Saiz.

De momento, los presupuestos aprobados recientemente por la Junta de Castilla y León para este año no contemplan ninguna partida propia para este museo tan deseado y en el que tantas expectativas de futuro hay puestas, sin embargo, como explica Saiz, esto no quiere decir que a lo largo de este 2012 no se puedan ir dando pasos. «Sí existe para Burgos una partida reservada para proyectos y estudios técnicos, que es lo que se podría hacer durante este año, por lo que dentro de esa partida podría tener cabida».

Dos problemas

Lo cierto es que a día de hoy no existe nada sobre este futuro museo, ni siquiera la parcela donde va a ir construido. Lo único que hay son intenciones. En su día, el pleno acordó por unanimidad ceder a la institución regional una parcela, de propiedad municipal, situada en la zona de San Isidro, pero posteriormente la Junta cambió de opinión, a pesar de informes técnicos favorables a la misma de un equipo de arquitectos, que presentó el Ayuntamiento. La parcela donde se iba a ubicar  gozaba en principio del consenso entre el ayuntamiento salense, el equipo científico del Museo y la Dirección General de Patrimonio.

Fue a partir de entonces cuando se valoró la posibilidad de que el futuro Museo estuviera en una finca céntrica. En concreto, a los técnicos les llamó la atención una parcela situada más o menos detrás del actual museo y del recién inaugurado Teatro Auditorio Gran Casino. Existía un problema: era privada y había que comprarla.

El Ayuntamiento comenzó las negociaciones con el propietario del terreno y finalmente se llegó con él a un preacuerdo de compra de 500.000 euros,  de los cuales, la Junta de Castilla y León estaba dispuesta a asumir el 50%. Pero esa compra no se llegó a efectuar. «Se iba a firmar un convenio para que Junta y Ayuntamiento compraran la parcela a medias. Llegó el borrador y después un texto definitivo que no coincidía con el borrador en partes sustanciales, por eso el Ayuntamiento decidió no firmarlo», explica Marta Arroyo, alcaldesa de Salas, y concejal por aquel momento.

Todo esto ocurrió cuando la anterior legislatura estaba a punto de terminar y cuando Enrique Saiz llega a Salas para explicar el proyecto del Museo, y mostrar un prototipo de lo que podría ser el edificio y que había sido el elegido de un concurso de ideas convocado por la Junta, en cuyo proceso no se dio oportunidad de participación al equipo científico del Museo, como puntualiza su director, Fidel Torcida. Ese día se llega al acuerdo, entre Junta y Ayuntamiento, de no firmar ese convenio a la espera de depurar el texto. Sin embargo, el director general de Patrimonio muestra su clara intención de que este proyecto salga adelante.

Mientras tanto, tras las elecciones municipales, el PP pierde la mayoría en el Ayuntamiento de Salas y firma un pacto de gobernabilidad con ACS, en el que, entre otras cosas, se recoge que se debe consensuar desde su origen el diseño, las necesidades a corto y largo plazo y la ubicación de este museo y que se debe de tener en cuenta a la hora de decidirlo al equipo científico y técnico del actual museo. «Es como partir de cero. Lo que tenemos que hacer ahora es ponernos de acuerdo sobre su ubicación. Sabemos que ahora no va a haber inversiones inmediatas, por lo que disponemos de un año o de dos para poder acercar posturas en beneficio de Salas para revitalizar su economía y la comarca», señala la alcaldesa.

El CAS (Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas) ha apoyado las decisiones tomadas en pleno por el Ayuntamiento, así como los informes técnicos presentados por éste, favorables a la parcela de San Isidro como lugar más idóneo. Pero hay un punto que se considera mucho más importante, y en el que disiente de lo planteado por la Junta: el mantenimiento del futuro museo. La institución regional se compromete a construirlo, pero no a mantenerlo. «Nos preocupa este planteamiento porque es inviable para un Ayuntamiento como el de Salas. Durante años tuvimos el compromiso de la Dirección General de Patrimonio, no como futuros patronos de la Fundación, pero sí a hacer una aportación anual; creemos que un proyecto de trascendencia suprarregional debe estar sostenido activamente por la Junta», afirma Fidel Torcida, director del Museo de Salas, que señala que su postura y la del colectivo es colaborar, no obstaculizar y sentarse a dialogar.

En cuanto a la situación actual de este proyecto, Torcida reconoce que el momento económico actual no es el más idóneo, pero que se ha perdido ya mucho tiempo con esta promesa que no llega a materializarse. «Es un patrimonio con características singulares y proyección internacional, crearía riqueza por el turismo, sería un estímulo muy importante para la comarca y una instalación que daría prestigio a la Comunidad», señala Torcida, que afirma que si no se empiezan a dar pasos, lo que hará el museo es languidecer, porque es necesario contar con más recursos y espacios para renovar el museo, reforzar la programación de actividades  y atraer a más público.

El año pasado, el actual Museo de los Dinosaurios cumplió su primera década de vida con una media anual de 12.000 visitantes.