El trabajo colaborativo engancha a los empresarios para evolucionar

S. Rioseras / Aranda
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Profesionales de todos los sectores económicos de la comarca acudieron ayer al Día de la Empresa organizado por Asemar para poner en común sus experiencias y estrechar lazos

El trabajo colaborativo, más conocido como networking por su traducción del inglés, garantiza no solo el avance de las empresas sino su correcta evolución. Y es que, al fin y al cabo, las empresas son gestionadas por personas que necesitan relacionarse. Vínculos cuya importancia quedo ayer de sobra demostrada en el encuentro organizado por la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera (Asemar): El Día de la Empresa. La primera edición de un encuentro  que pretenden instaurar como una nueva cita en la ciudad.
Bajo el título ‘Cooperar para avanzar en los negocios’, numerosas voces de diversos sectores económicos de la comarca y la provincia ofrecieron experiencias y consejos para que encuentros como el que ayer presenciaron en el centro cultural Caja de Burgos sirvan de provecho. La primera lección la ofreció la presidenta de Asemar, Yolanda Bayo, quien abogó por aprovechar todas y cada una de las oportunidades.
Dejó a un lado el discurso tipo y se subió al escenario para contar una historia en la que reflejó las actitudes de tres empresarios ante un mismo evento: el veterano que solo busca una excusa para escapar, el novato que se marca objetivos a conseguir y el heredero de una empresa que aprovecha para darse a conocer. Tres actitudes que, lógicamente, tendrán un resultado muy diferente. 
«Si no te gusta lo que recoges, cambia lo que siembras», aseveró, antes de invitar a los presentes a «aprender a comunicar». Una importante lección en la que les guió Mónica Milesi, quien puso al público en pie. Literalmente. Les obligó a levantarse para presentarse en dos minutos y usó la misma técnica para valorar dichas intervenciones. No sin antes, claro, ofrecerles algunas pautas. Pero no todo es hablar, la escucha resulta tan esencial como un buen discurso. El adjetivo «atentamente» se le quedó pequeño y apostó pos unos oídos empáticos que «logran ponerse en los zapatos del otro».
Durante su ponencia, esta experta en liderazgo también desveló las habilidades para construir las relaciones: «Preparación, actitud positiva, presentación, escuchar al interlocutor y pedir y ofrecer contactos», enumeró, tras reconocer que la última fase siempre es la más complicada. «Ofrecemos nuestros referidos, pero nos cuesta pedirlos», comentó, mientras la sala los confirmaba levantándose de los asientos una vez más.
 
Fusionar o vender.
Las relaciones personales encuentran su símil en las empresariales aunque, en este último caso, se barajan opciones como las fusiones y las ventas. Temática que abordaron responsables de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE),  ENISA (empresa pública dependiente del Ministerio de Industria que participa en la financiación de proyectos empresariales) y el bufete de abogados vallisoletano Garrigues. Cada uno aportó su visión a nivel de asesoramiento, financiación y respaldo jurídico, mientras Javier Martínez Zaldo, gerente de Trasluz, destacó el ingente trabajo realizado por las pymes a las que  «les parece que todo esto queda muy lejos». 
Sin embargo, reconoció que su empresa tuvo que buscar un socio para poder invertir. Motivo por el que, sostuvo, «nunca se debe perder el sentido de la evolución: mañana cada negocio debe ser distinto a lo que es hoy».
Visión que compartió Pau García-Milá, creador de la empresa EyeOS -que el año pasado adquirió Telefónica- y actual responsable de otro nuevo negocio: una consultoría. «No hay nada heroico en vender una empresa y crear otra», dijo, nada más comenzar. De hecho, de momento no piensa realizar el mismo proceso: «Vender una consultora es complicado. Antes tenemos que enfadar mucho a la competencia».