El PSOE pide al Gobierno que derogue el decreto que permite la reapertura de Garoña

Europa Press
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Mediante una proposición no de ley solicita que se active el plan de incentivación de la actividad económica en la comarca

Central nuclear de Garoña, en parada desde el 6 de julio de 2013. - Foto: Luis López Araico

El PSOE ha exigido al Gobierno en el Congreso que derogue el decreto por el que se permite la renovación de la central nuclear de Santa María de Garoña, que se encuentra en situación de cese definitivo de explotación desde el 6 de julio de 2013. 
 
Así, ha registrado una proposición no de ley para su debate en el Pleno de la Cámara Baja, en la que vuelven a reclamar, como ya han hecho en alguna ocasión en el Congreso, la petición al Gobierno para que desarrolle un plan de incentivación de la actividad económica de la comarca. 
 
Por otro lado, el PSOE reclama que se garantice la máxima seguridad en el almacenamiento de residuos radioactivos, tanto en El Cabril, como en el previsto Almacén temporal centralizado de residuos nucleares (ATC) de Villar de Cañas, actualmente en construcción. 
 
Según defiende el diputado canario José Segura, la energía nuclear "no es la energía del futuro" porque "no es ni limpia, ni segura, ni imprescindible, ni barata". "Tampoco es la respuesta adecuada ante el desafío del cambio climático", remacha el socialista. 
 
En el caso de España, ni siquiera es una energía "autóctona", critica, ya que el uranio que se utiliza como combustible hay que importarlo de terceros países, contribuyendo así al déficit comercial. 
 
Además, alerta de que la confianza en la "seguridad' de las centrales nucleares resulta hoy "particularmente cuestionada" tras la catástrofe de Fukushima, cuyas consecuencias siguen aún fuera de control, a pesar de las ingentes cantidades de recursos públicos invertidas para evitar fugas de radioactividad (al aire y al agua), así como para descontaminar el entorno de la central. 
 
Igualmente, el diputado del PSOE sostiene que la energía nuclear no resulta en absoluto "imprescindible", teniendo en cuenta el rápido desarrollo de las energías renovables, con tecnologías cada vez más baratas y con capacidad creciente de generar energía de forma continuada. 
 
En su argumentación, el parlamentario canario llama la atención sobre la edad promedio del parque mundial de reactores nucleares, que ronda los 29 años, lo que da una idea del aumento de los costes en seguridad que este envejecimiento conlleva, a los que hay que sumarles las "cuantiosas inversiones" de las obligadas mejoras post-Fukushíma.     
 
Así, recuerda la apuesta socialista por un mix eléctrico diversificado, con una progresiva reducción en el uso de la energía nuclear, y cita la moratoria nuclear, el cierre de Zorita en 2002, o el cierre en 2013 de Garoña gracias al ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. 
 
En este contexto, evidencia que, todavía hoy y a pesar de los cambios regulatorios "dramáticamente consolidados por el Gobierno del PP" España estaría en condiciones de alcanzar en 2030 un porcentaje del 70 por ciento de electricidad producida con energías renovables, sin ninguna aportación de energía nuclear.