Fuente Bermeja se reinventa con las ideas de sus profesionales y pacientes

Angélica González / Burgos
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15 años después de su apertura y para evitar el síndrome de quemado, muy frecuente en las unidades de enfermos psiquiátricos crónicos, mejora la formación y ofrece nuevas actividades

Dice Jesús de la Gándara, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), que el gran problema de las unidades de crónicos es que «todo es crónico, los pacientes pero también los profesionales» y esta cronicidad -que quizás no suponga mucho trabajo pero sí un trabajo de mucha duración- cansa y es un riesgo para que aparezca el denominado síndrome del quemado o bournout: «En las unidades de larga estancia no es infrecuente que se dé  porque hay mucho contacto entre los profesionales y los pacientes, muy continuado, muy demandante y muy cargado de emoción y cuanto más tiempo pasa más riesgo hay de que la gente se queme».

Así que se ha decidido hacer un aggiornamento, una puesta al día, una reinvención para, en palabras de De la Gándara, «luchar contra el estigma y la cronicidad». Con este objetivo, y coincidiendo en el tiempo con el 15 aniversario de la reapertura de este hospital con contenido psiquiátrico, se están llevando a cabo actividades de formación, se está mejorando el nivel de comunicación entre los profesionales, «de manera que puedan expresar sus problemas y sus emociones» y se está preparando una nueva cartera de actividades para los pacientes. En este sentido, se apuesta por la rehabilitación cognitiva que les puede suponer  las salidas, el deporte, el cine y se preparan unos huertos terapéuticos que se prepararán en el mismo entorno del hospital.

Esta oferta se enmarca, lógicamente, en el denominado PIR, plan individual de rehabilitación que tiene cada enfermo y que incluye desde su diagnóstico y tratamiento hasta las evaluaciones que se le hacen por parte de todos los profesionales (psiquiatra, psicólogo, trabajador social, terapeuta ocupacional, enfermería...). «Las actividades se van a proponer desde un criterio ilusionante, quiero que la gente se ilusione por hacer cosas nuevas, este es el mensaje y la respuesta está siendo muy positiva», añadió De la Gándara.

Fuente Bermeja ha hecho una encuesta entre sus pacientes y les ha consultado sobre qué es lo que más les gusta y lo que menos del hospital y qué actividades quisieran realizar, algo que no es muy frecuente. «Intentaremos poner en marcha estas sugerencias en la medida de lo posible», explicó el coordinador del centro, Ladislao García Carbonell. El sondeo les ha servido también a los profesionales para conocer cuáles pueden ser sus fortalezas y sus debilidades. Entre las cosas que más éxito tienen están la comida, las instalaciones, la limpieza, los clowns (el grupo Terapiclowns desarrolla allí sus actividades semanalmente), los vigilantes de seguridad «que dan confianza y seguridad», según un paciente, o el café de la mañana. Lo peor es «la gimnasia», lo pequeña que es la cafetería o «la terquedad de las enfermedades».

García Carbonell precisa que Fuente Bermeja «no es una comunidad terapéutica» como pudiera entenderse por estas actividades lúdicas que se llevan a cabo: «Estamos hablando de un hospital con pacientes muy graves, personas que sufren mucho y cuyas familias están por ello muy tocadas».

Y es que estas instalaciones acogen a personas con enfermedades psiquiátricas graves y resistentes a los tratamientos. Hasta llegar a este edificio, que desde 1956  y hasta 1994 albergó un antituberculoso, hay que pasar por todo el sistema de salud mental de Burgos, que cuenta con tres niveles: las consultas, la hospitalización en el HUBU, y un tercer grupo compuesto por el hospital de día (ubicado en el Divino Valles), el centro de rehabilitación psicosocial y Fuente Bermeja.

Las patologías más frecuentes que sufren los usuarios son trastorno bipolar, trastorno de la personalidad y, sobre todo, esquizofrenia en modo refractario, es decir que no mejora pese a los tratamientos. ¿Cuál es la razón de que la enfermedad no responda bien a la medicación y las terapias? Para Jesús de la Gándara hay dos:  el tipo de enfermedad y sus características biológicas, es decir, que tenga un componente hereditario o genético grave y difícil de modificar porque implique una alteración estructural del cerebro, y las interferencias externas a la enfermedad: «Los problemas sociales y los consumos de drogas añadidos son la principal causa de resistencia: dame un buen entorno psicosocial para el paciente y su esquizofrenia irá bien».