«Volveremos al ritmo de los años 80 o 90 porque el español tiene conciencia de propietario»

H. Jiménez / Burgos
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Gonzalo López Recio • Presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios

Perfil. Empezó en el mundo de la construcción de la mano de su suegro. Estudió Obras Públicas y Aparejadores y montó el grupo familiar que ahora encabeza. Preside la asociación desde hace alrededor de 20 años y en los últimos tiempos ha vivido lo más duro de la crisis.

Comenta el presidente de los promotores que las reivindicaciones de su sector nunca han sido muy escuchadas, «en los momentos buenos porque decían que ganábamos muchísimo dinero y ahora en los malos porque el sector está debilitado». Calcula que han desaparecido la mitad de las firmas burgalesas y muchas otras están bajo mínimos en comparación con la cifra de negocio de hace 10 años. Y lamenta que «nos señalaron como los culpables de la crisis, cuando no lo somos».

¿Cuál es la situación actual del sector y qué balance hacen del año 2014?

Nuestras empresas actualmente se dividen entre las que hemos sobrevivido y las que han caído. Y los que sobrevivimos lo hacemos a base de esfuerzo, de dedicación, de tirar de la hucha que guardamos en los años anteriores, porque la actividad ha bajado al 10% de lo que había antes. Además, todos los invendidos que pudiéramos tener han bajado de precio, con lo que el esfuerzo para mantenernos todos estos años ha sido extraordinario. Lamentamos mucho los que han caído, primero porque son compañeros nuestros pero también porque «cuando las barbas de tu vecino veas pelar pon las tuyas a remojar».

¿Teme por la desaparición de alguna empresa más?

Estar nadando hasta ahora para al final morir en la orilla sería muy triste, pero entra dentro de lo probable también. Porque el sector en su conjunto no ha salido de la crisis. De los 400.000 millones que dicen que debía la construcción hay muchas que se han ido refinanciando y que siguen pendientes de resolución. Si los bancos no te ayudan estás condenado.

En cualquier caso, 2014 no habrá sido tan malo como los anteriores...

El final de año ha sido positivo, y este comienzo de año más. Se ve que la gente empieza a consumir. Porque si en 2007 había dinero ahora tiene que haber el mismo, excepto lo que se haya llevado Hacienda. Habrá cambiado de manos, pero ahí estará el dinero. Quienes más han sufrido la crisis son las clases medias y quienes han caído en el desempleo, pero en la medida en que el Gobierno mantiene un 50% del PIB en gasto público cada vez le queda menos dinero a la gente, y ese consumo es el fundamento del Estado del Bienestar. Esa posición es la que se está liberando, se compra más, aunque el crédito aún no fluye lo suficiente. Los bancos piden tantas garantías que quieren prestar al que no necesita dinero.

El consumo repunta pero la vivienda es el mayor gasto para una familia a lo largo de su vida. ¿Tardará mucho tiempo en llegar el dinero a ese gasto tan notable?

Volver a las cuotas que teníamos en los años 2005 o 2006 no creo que volvamos. Pero sí regresar a una situación de normalidad, que significaría estar funcionando como dos o tres veces lo que tenemos ahora. Como ocurría en los años 80 o 90. Eso volverá, porque el español tiene conciencia de propietario. Siempre hemos entendido que pagar un alquiler era tirar el dinero, y la gente lo que quiere es tener su vivienda.

¿Cree usted que sería perjudicial volver a esos ritmos de los años 2005 o 2006?

Mire, ahora mismo el sector informático o tecnológico ahora tiene un movimiento impresionante. Hay nuevos multimillonarios de ese sector a nivel mundial. ¿Y eso es bueno o malo? Yo creo que todo lo que supone tirar hacia adelante es bueno. Nunca es bueno un movimiento exagerado, pero el crecimiento de la construcción era bueno para España. Movíamos muchísimas actividades, se dijo que éramos el 12 o 14% del PIB. Estaban las industrias auxiliares de la construcción, o las notarías, aparejadores, ingenieros, arquitectos, empresas de forjados, electricistas, fontaneros, muebles, baños... Las raíces se extendían a todas las ramas de la economía. Y volverá. Porque la gente quiere comprar vivienda y va perdiendo el miedo. En el año 2007 nadie pensaba que le iban a quitar el piso si no lo podía pagar, y que a lo mejor su padre que le estaba avalando se iba a quedar también en la calle. Surgieron unos fantasmas que hundieron en el mercado. Y si después de lo que ha pasado todavía hay gente, que la hay, que quiere comprar vivienda, eso indica que la gente sigue queriendo ser propietario.

Se les ha señalado como culpables en buena medida de la crisis. ¿Les ha hecho mucho daño a su imagen pública como empresarios?

Sí, sí. De hecho, nosotros ahora mismo en los bancos siguen manejando el «riesgo promotor», como ellos lo llaman. Entras a un banco y si tienes que ver con la construcción saltan las luces rojas y las alarmas. Pero para nuestra actividad de promotor y de constructor se necesita una elaboración de tiempo muy larga, pasan muchos años desde que se compra un terreno hasta que se desarrolla por los trámites de la administración, el mercado deambula durante todo ese tiempo, y lo que hizo subir los precios de la vivienda fueron los terrenos que llamaban «finalistas». Como San Agustín. O el Dos de Mayo, que además salían a subasta pública y en su mayor parte procedían de las administraciones. Así que esos solares tiraron para arriba demencialmente del precio del suelo, además las cajas locales prestaban dinero muy alegremente.

¿Y eso les perjudicaba? ¿No repercutían el precio al cliente?

Eso nos perjudicaba terriblemente, porque no siempre se podía repercutir al cliente, solo hasta el punto en que el mercado aguantaba. Llegó un momento en que aquello estaba claro que no podía seguir así.

¿Y eso fue un fenómeno exclusivo de España?

No, no, sucedió también en Inglaterra, en Miami o en Las Vegas. Ocurre en todos los sitios donde se genera una actividad importante y donde la banca y la política hacen que los flujos de dinero vayan hacia un sitio o hacia otro.

En cualquier caso, ¿cómo se quitarán ustedes ese sambenito de encima?

Poco a poco, se irán quitando solo. Las empresas que han sobrevivido y que resistan los próximos dos o tres años tendrán garantías suficientes y habrán demostrado su buen hacer para que los bancos les vuelvan a prestar.

Las empresas de la construcción se han visto implicadas también en casos de corrupción política, sobre todo vinculados al pago de comisiones ilegales, que también han dañado su imagen.

A nosotros a nivel local eso nos suena a chino. Y a nivel nacional ha ocurrido porque el sector de la construcción era el más importante del país. Y porque estaba en la mano de los políticos la calificación de los terrenos y la concesión de licencias. Pero mire lo que ha pasado con las ITV en Cataluña, y no se han demonizado las ITV. O podía salir mañana otro asunto con un contrato de mantenimiento, o las concesiones de los parques eólicos, o las subvenciones a los huertos solares, o los ERE de Andalucía... La corrupción va vinculada a la actividad que hay en cada momento que dependa de que un político te pueda pedir una comisión.

¿A ustedes les interesa hacer VPO?

No es que nos interese, pero en los nuevos sectores te obligan a destinar un 30% a VPO, no puedes elegir si haces o si no. Pero ahora tiene un mérito tremendo estar vendiendo pisos de protección oficial cuando la Junta lo tiene abandonado. Antes se daba subvención al comprador, se financiaban los créditos al promotor, el IVAen lugar de ser el 12% era el 4%, y había todo tipo de ayudas porque en su día los políticos entendieron que había que favorecer la vivienda porque era un bien para la nación. Ahora está demonizada.

¿No les sirvió de ayuda a las empresas en los momentos más difíciles?

Al menos nos ayudó a mantener un mínimo de actividad. En 2007, 2008 o 2009 o 2010 seguían manteniéndose las ayudas a la VPO, y en los peores años sí que nos ayudó, por ejemplo en el S-3 el 80% de lo que ahora está construido es vivienda protegida.

¿Y en el momento actual?

Ahora cada vez hay menos VPO, porque muchas ya nos las hemos ‘comido’.

¿Para ustedes el alquiler es una competencia o es un complemento para su actividad?

Promover para alquilar es una ruina.

¿Y por qué en otros países sí que funciona como negocio?

Es que en España hay una cultura de la propiedad que no la hay en ningún otro sitio del mundo, porque aquí nos movemos muy poco. El que vive en Burgos quiere morir en Burgos. Cambiamos poco de trabajo y de sitio de residencia. Cuando tienes una mentalidad nómada no tienes interés en la propiedad, y eso es lo que pasa en otros sitios. Si el mercado de la vivienda estuviera basado en el alquiler tendría unos precios de construcción y de suelo que el alquiler los haría rentables.

¿Cuántas empresas constructoras había en Burgos hace 10 años y cuántas quedan ahora?

No conozco números exactos, pero pueden haber caído un 50% o más. Muchas han desaparecido. Y en este negocio, como en otros, había una parte de profesionales y otros que llegaron de la mano de la oportunidad. Hay gente en Burgos que llevaba 50, 60 o 70 años construyendo, y los que llevaban más tiempo la mayor parte de ellos han podido sobrevivir. Los que se metieron en ello como un negocio emergente desaparecieron a la voz de ‘ya’.

¿Han sobrevivido mejor las empresas pequeñas, medianas o más grandes?

Mejor las pequeñas, porque la grande tenía mayor riesgo financiero y es lo que la ha llevado a los impagos y a la situación de concurso de acreedores.

¿Se han convertido los bancos en una competencia directa para ustedes?

Ha habido una entrega por parte del Gobierno del sector de la construcción al financiero.

¿Y eso se podía haber evitado?

Sí, porque los han hecho perder a los bancos y luego les dicen que les dan dinero a través del FROB, y ninguna entidad pequeña ha podido aguantarlo. El Banco de España han obligado a una devaluación de las cajas locales que al final se han tenido que vender por un abrazo.

¿Qué porcentaje del mercado inmobiliario mueven actualmente los bancos en Burgos?

En el mercado de segunda mano han estado tirando los precios a la baja, y también en vivienda nueva que cogían de los promotores. Han sido los que han llevado el mayor peso de las ventas, de largo. Pero la estadística es engañosa, porque también se dice que el año pasado se han vendido no sé cuántas viviendas y claro, cuando pasan de un promotor a un banco eso figura como venta, aunque no es real hasta que esa transmisión llega a un ciudadano real.

¿Y siguen teniendo mucho porcentaje en su poder?

Han soltado muchísima vivienda, sobre todo de bajo precio, de 60.000 o 70.000 euros ha salido muchísimo, pero ya les queda poco. Al principio a muy bajos precios, ahora las entidades por fin y para bien de nuestro sector están dando valor a las propiedades que les quedan. Tenemos promociones buenas en Burgos capital, que vienen de empresas que no las han podido aguantar, y que la entidad que ahora las tiene ha decidido venderlas a un precio más alto, aunque sea poco a poco.

¿Qué consecuencias para el sector tienen las políticas fiscales, por ejemplo en cuanto al IBI o Plusvalías?

Los gobernantes dicen que han hecho un esfuerzo de cara a salir de la crisis, pero realmente lo hemos hecho los ciudadanos y las empresas. El Gobierno sigue con su política de gasto, ha bajado muy poco los presupuestos y sin embargo la política fiscal ha subido. El IBI que hay ahora mismo es espantoso, no se puede pagar por una vivienda de protección oficial casi 500 euros. Y cuantos más impuestos se pagan menos dinero queda para consumir. El gasto público no se va a bajar, vengan políticos de derecha o de izquierda, porque es un problema de gestión.

Y el Estado ayuda a unos sectores y a otros no. ¿Por qué no interviene en la alimentación, donde un kilo de limones se le paga 5 veces menos a un productor que al que se vende? ¿Por qué el Estado ayuda tanto al sector de la automoción, diciendo que genera muchos puestos de trabajo? ¿Acaso no generábamos nosotros más? Al sector de la construcción se le ha abandonado, ha ido muchísima gente al paro y a nivel político nadie se ha preocupado por ellos.

¿Han planteado reivindicaciones formales al Ayuntamiento para la bajada de impuestos?

Nosotros como asociación integrada en FAEestamos todo el día dando la paliza con los impuestos en el Ayuntamiento y no nos hacen ni el más mínimo gasto. Tienen unos ingresos impresionantes y sin embargo no paran de subirlos. La gente en los últimos años gana menos pero cada día paga más.

¿Por dónde creen que empezará a recuperarse el mercado, por la vivienda nueva o la de segunda mano?

La de segunda mano tiene muchísimo más tirón ahora que la nueva, porque ha bajado mucho más el precio. Suele ser de peor calidad y muchas veces exige una inversión complementaria para arreglarla porque por una cuestión cultural hay mucha gente que en 30 años no renueva nada su casa. También hemos visto que se renuncian a muchas más herencias en Castilla y León, y casi todas las viviendas que se heredan se venden de inmediato, porque son una carga fiscal y suponen gastos y los hijos que heredan están en una peor situación económica.

¿Qué esperan para los precios en este año 2015?

Los precios han tocado fondo. La protección oficial no subirá, y la libre no va a seguir bajando después de haberse acercado cada vez más al precio de la VPO. Pero no bajará porque los bancos lo tenían anotado en pérdidas pero ya empiezan a obtener beneficios.

¿Considera importante la salida de algunas empresas para hacer proyectos en el extranjero o es una cuestión testimonial?

No lo conozco directamente, pero imagino que a excepción de las grandes empresas, como ACS o Ferrovial u otras con volúmenes monstruosos, las pequeñas poco podemos hacer en el extranjero. Nos tenemos que mover por oportunidades puntuales, pero irse a promover en un sitio con otro lenguajes, unos mecanismos de financiación distintos, que te obliga a asociarte con una empresa de allí que tenga más del 50%... Es comprometido. Yo entiendo que la mayoría de la gente que ha salido fuera es porque no les ha quedado otro remedio. ¿Que les sale bien? Ojalá, son compañeros que emprenden. Pero es muy difícil porque no tenemos infraestructura para ello.

¿Ha tenido efecto la entrada en vigor del nuevo PGOU?

No, no se ha notado porque los Planes Generales no son a corto plazo. El 80% de lo que se construye durante la vigencia de un Plan viene de los anteriores, seguimos construyendo ahora lo del 99, y tenemos todavía mucho terreno. Hombre, los Planes siempre incluyen actuaciones puntuales interesantes como las unidades de actuación en el centro de la ciudad que no se podían desarrollar y que ahora se plantean mejor, pero los suelos de desarrollo a largo plazo tardarán en ponerse en marcha.

¿Se reactivarán los suelos vinculados al desvío del ferrocarril?

Son buenos terrenos, pero veo difícil que se desarrollen. Lo que sí me gustaría es que el Ayuntamiento y la ciudad se puedan quedar con esos suelos y que el Consorcio pueda hacer frente a sus obligaciones económicas para que no caiga en manos de las entidades financieras.

¿Cómo contemplan ustedes los intentos del Ayuntamiento por sacar terrenos y edificios a la venta, que no terminan de cuajar?

Es que si tú no vendes, ¿cómo vas a querer comprarlos? Incluso sacándolos a bajo precio, el promotor necesita dinero para poder comprar el suelo, y luego un crédito para intentar poner la construcción en marcha. ¿Y si luego no se vende, quién se va a meter en ello?

¿Qué le pediría a los candidatos que se presentan a las elecciones de mayo?

Que hagan un esfuerzo y colaboren más con las empresas. Que se haga una correcta gestión del dinero público y los impuestos que favorezca la implantación y el desarrollo de las actividades industriales, entendiendo la nuestra también como una más. Que no se limiten a recaudar para gastarnos 10 millones al año en los centros cívicos. Que está muy bien, pero no puede ser que sus usuarios paguen un 10% de lo que cuestan y que luego suban a todos los ciudadanos el IBI. Y que solucionen el mal del siglo XXI para el administrado, que es un exceso de legislación. Un país donde se legisla un millón de páginas nuevas al año es imposible. Las bases para la recuperación están puestas desde el año pasado, ahora solo falta que salgamos adelante.