Resumen de una trayectoria en treinta y dos cuadros

I.L.H. / Burgos
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Beatriz Marcos se estrena en una sala de exposiciones reuniendo acrílicos y óleos que describen el devenir de su obra

Exposición de Beatriz Marcos Garrido - Foto: DB/Ángel Ayala

Es su carta de presentación como pintora y ha querido reunir aquellos cuadros que resumen su trayectoria. A través de treinta y dos acrílicos y óleos Beatriz Marcos Garrido (Burgos, 1984) desnuda el proceso que ha seguido su pintura hasta este momento, en el que consigue identificarse con un tipo de pincelada más suelta que trata de abandonar el realismo en busca de lenguajes más expresivos.

En la exposición que presenta en la sala del Teatro Principal reúne, por un lado, los retratos que han marcado su devenir artístico: desde el realismo de los más antiguos -los dos niños, por ejemplo- hasta los más recientes, como el de su abuela o el de la niña riéndose que aparece en la imagen, con los que se libera acercándose a la pintura de Jenny Saville sin que su mirada sea tan inquietante.

«Con los retratos me siento muy cómoda y probablemente sea lo que más me identifica. Me gusta buscar la personalidad y la mirada en esos rostros, que en la mayoría de los casos son gente conocida y cercana. Y también me siento a gusto apostando por el color, acentuando las sombras y remarcando las distintas tonalidades», resume al tratar de definirse.

La muestra se completan con bodegones -algunos hiperrealistas-, paisajes creados en concursos de pintura rápida y cierta abstracción. De ahí el título: Mixtura plástica.

Con los pinceles heredados de su tía, Beatriz Marcos encontró en la pintura su verdadera vocación. Licenciada en Bellas Artes, ha expuesto en bares de la ciudad, pero ésta es su primera sala. Hasta el 8 de enero.