La Nueva Bureba cuesta 215 millones y su construcción arrancará en julio

G. Arce / Burgos
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Más seguro. Con 78.000 m2 de extensión y 100.000 toneladas/año de capacidad, el complejo se divide en cuatro áreas independientes entre sí

Campofrío prevé invertir 215 millones de euros en la construcción de la que ya denomina la Nueva Bureba, cuyas obras de cimentación espera comenzar el próximo mes de julio para que la planta del polígono de Gamonal esté operativa -y con sus «trabajadores de siempre»- a finales de 2016. El proyecto básico de la nueva fábrica fue presentado en la mañana de ayer en el Ayuntamiento por Pedro Ballvé, presidente de la multinacional cárnica, que ya baraja alcanzar las 86.200 toneladas de producción de jamón cocido, ave, fiambre y embutidos en su primer año de actividad tras el incendio. El comité de empresa, que conoció previamente el anteproyecto de manos de los máximos responsables de la compañía, se mostró muy satisfecho, e incluso «emocionado», «por empezar ahora a ver la luz al final del túnel...».

El complejo que plantea Campofrío para el polígono de Gamonal tiene una superficie construida total de 100.100 m2 repartida en ocho edificios:tres de ellos ya existen y están operativos en la actualidad (la fábrica de Jamones Burgaleses, la planta de cogeneración y el edificio auxiliar del secadero) y cinco serán de nueva construcción (los de materias primas y elaboración de productos cocidos, elaboración de embutidos, loncheados y expediciones, servicios industriales y control de accesos). Estos 5 últimos, que serán independientes entre sí para reforzar su seguridad, suman una superficie de 78.000 m2 que son los que se empezarán a construir a partir de este verano.

La capacidad productiva de la nueva planta es de 101.400 toneladas año y, en palabras del director general de Campofrío España, Ignacio González, «buscará el máximo empleo de la superficie productiva, la mayor eficacia en todos los procesos y una gestión avanzada en la energía y el mantenimiento».

La actividad en la Nueva Bureba se regirá por unos rigurosos controles de calidad y la máxima trazabilidad a través de exhaustivos controles, de la monitorización a tiempo real y de su centro tecnológico. Entre otros avances, destacados en el anteproyecto, la planta reducirá en un 20% su consumo de agua y en un 30% el de energía térmica. «Mantendremos el foco en la actividad sostenible a través de la gestión de la energía, el control de la huella de carbono, la reducción y tratamiento de los residuos, el empleo de materiales de construcción de bajo nivel energético y el empleo, en la medida de lo posible de la luz natural», explicó González.

Un capítulo importante es el de la seguridad, tema que ocupa buena parte del anteproyecto. En este sentido, se incorporan los procedimientos y medidas «más modernos y actuales para que la prioridad sea intentar evitar vernos en la situación que nos vimos  el 16 de noviembre de 2014». Así, de entrada, la fábrica se estructura en 4 módulos independientes entre sí en vez de uno solo como la que quedó arrasada por el fuego.

La práctica totalidad de la parcela que ocupa Campofrío en Gamonal estará edificada y a la misma se accederá desde la calle La Bureba como ahora. Se mantiene la fachada principal orientada hacia Villafría y la BU-30 y se dotará al complejo de cuatro playas de muelles de camiones en diferentes zonas para atender variadas funciones, desde recepción de materia prima hasta recogida de residuos o expedición de producto terminado, entre otras. La fábrica dispondrá de 380 plazas de aparcamiento.

El grueso de la inversión prevista, más de 173 millones, se destinará a los bienes de equipo; mientras que la obra civil se ha presupuestado en 36 millones, entre otras partidas.

El director general de Campofrío Food Group, Fernando Valdés, matizó que la cifra de 215 millones de inversión es todavía aproximada y se está trabajando en la financiación de la misma. La negociación con las compañías aseguradoras, que ya han adelantado 73 millones para la reconstrucción, todavía sigue en marcha.

Valdés aprovechó ayer la presentación del proyecto para agradecer los apoyos recibidos en los momentos más duros, especialmente los de la ciudad («donde la compañía tiene sus raíces y la gente cuenta con nosotros»)y de personas y compañías de toda España. Con la apertura de la nueva fábrica «consolidaremos nuestro compromiso con Burgos y con nuestros empleados», añadiendo a este objetivo el de convertir con este proyecto a Campofrío «en el referente de la industria a nivel europeo».

Se mostró además muy orgulloso por el hecho de que se «están recuperando prácticamente en su totalidad nuestros niveles de producción, que nuestros productos más importantes están en todas las tiendas de España y, afortunadamente, nuestros clientes y consumidores vuelven a confiar en nuestros productos».

Detrás de esta recuperación está el trabajo de un gabinete de crisis que se ha preocupado de aspectos como la financiación de la compañía hasta la cadena de producción, la obtención de materias primas, el seguimiento de los planes de I+D, entre otras cuestiones.

   

ERTE

El responsable de Campofrío España detalló que actualmente están 558 trabajadores en el ERTE y se han recolocado 179 en otras plantas. La Oficina de Atención al Empleado ha tramitado hasta enero más de 1.100 gestiones. Carlos González, que reiteró el compromiso de la compañía «para el mantenimiento del empleo», adelantó la puesta en marcha del plan de formación «para que nuestros empleados sigan aprendiendo para que vuelvan a trabajar mejor que antes».