Una representación de madres de alumnos del colegio público Santa María, de Aranda, registraron ayer una denuncia en el Ayuntamiento por la falta de higiene y  de mantenimiento en el centro educativo, enclavado en el Polígono Residencial Allendeduero, llegando a amenazar con no llevar a sus hijos a clase si no se ataja esta situación.

Dos de las progenitoras recriminaron que la situación se arrastra desde hace al menos un año y evidenciaron que, por ejemplo, desde hace una semana  las papeleras aparecen rebosantes y con gran número de avispas volando alrededor porque no se vacían, que los baños están viejos, con las tapas rotas y no se habían limpiado «porque alguna taza a las 9:00 de la mañana estaba literalmente llena de mierda» o que  fruto de la escasa limpieza y de la acumulación de residuos, el mal olor es generalizado en el colegio «que -afirman- sube a las aulas y hay que entrar al baño con mascarilla».

Asimismo subrayan que los últimos días se ha detectado cucarachas «que corren por todo el edificio», tanto en los baños como en algunas aulas, cuyo origen consideran que podría estar en los contenedores de basura orgánica de un supermercado próximo.

Advierten de que la situación, que se agrava en el edificio de 1º y 2º de Primaria, puede convertirse en un problema sanitario. Evidencian que una niña de 7 años se infectó de hongos en los servicios y advierten de que hay alumnas que, por miedo, pasan las cinco horas de clase sin acudir al servicio «esperando hasta que llegan a casa para hacer pis porque hace dos meses que ese baño no se limpia al menos un poco por encima». 

Una situación a la que suman el «peligroso parcheo» del firme del patio o el riesgo que supone la desconchada y oxidaba valla de cerramiento del recinto escolar por falta de mantenimiento.

Las madres aseguran que han puesto la situación en conocimiento de los profesores pero que estos se han lavado las manos escudándose en que la competencia de la limpieza del centro está en manos del Ayuntamiento. «Casi nos comen a los padres cuando se lo dijimos», lamentan.

Tras elevar su protesta a los responsables municipales, advirtieron de que en el caso de que no se  ataje la situación las familias están comenzando a plantearse la adopción de medidas drásticas de presión y anunciaron que no descartan no llevar a sus hijos a las aulas mientras no haya «un mínimo de limpieza».  «Yo mientras sigan las cosas así mi hija no va a ir al colegio porque no podemos correr riesgos. Que limpien el baño por lo menos», indican.

En este sentido, la concejala de Educación, Celia Bombín, reconocía que hasta ayer no habían tenido conocimiento de la situación del centro porque no habían recibido ninguna queja formal por escrito a través de los cauces habituales, como son la dirección o la Asociación de Madres y Padres de Alumnos.

Bombín defendía que los centros educativos se limpian regularmente a diario pero en cualquier caso anunciaba que a raíz de la queja se ha dado traslado a Obras para que se vacíen las papeleras con mayor periodicidad, que se limpien los patios y se desinfecte la zona para erradicar las cucarachas.

De hecho reveló que el 21 de octubre tiene programada una reunión con los directores de todos los centros educativos de la villa para que pongan de manifiesto las deficiencias en sus  instalaciones con el fin de determinar si son cuestiones de inversión, que competen a la Junta de Castilla y León, o de mantenimiento, que caen del lado del Ayuntamiento. Un apartado en el que reconoció que la brigada municipal de Servicios no da a basto para hacer frente a todas las necesidades y que requeriría un mayor presupuesto.