El fútbol puede ser otra cosa

Angélica González / Burgos
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La Liga de Barrios, compuesta por equipos de adolescentes con los que trabajan Cáritas, Promoción Gitana y Saltando Charcos, celebra hoy el cierre de la temporada con entrega de premios, comida y un minicampeonato

Los jugadores han vendido calendarios para costearse el alquiler de las pistas municipales. - Foto: Art Giho. Ysl

No es que ganen las millonadas de los astros de la liga española ni que, como ellos, conduzcan deportivos ostentosos o sean iconos de la moda, es que los jugadores de la Liga de Barrios ni siquiera participan en los juegos escolares ni en los equipos alevines de la provincia. No tienen recursos para ello. Por eso, Saltando Charcos, Promoción Gitana y Cáritas idearon hace tres años un campeonato de fútbol para los chavales de 13 a 17 años con los que trabajan y que es todo un éxito. Mañana cierran la temporada con  la entrega de premios, una comida y un minicampeonato que jugarán en La Corrala (campo de fútbol 7 junto a El Plantío).

Con esta fiesta ponen fin al curso deportivo en el que no solo se ha tenido en cuenta la preparación deportiva y las puntuaciones sino los ‘otros’ objetivos que persigue esta Liga de Barrios, que no es otra cosa que una herramienta educativa más de las entidades. Poner fin a las rivalidades y ‘asperezas’ que pueda haber entre grupos, impulsar la solidaridad, el trabajo en equipo o la resolución de conflictos son  algunas de las metas que se plantean y a las que se llegan: «Cada uno de nosotros trabajamos aspectos educativos y de habilidades sociales. Les atraemos, no solo a las actividades deportivas -que nos sirven como gancho-, sino a otras distintas para hacer una labor integral en la que incluimos aspectos educativos y de búsqueda de empleo en los más mayores», explica Kelian Borja, educador social de Promoción Gitana.

El balance que hacen de estos tres años resulta muy positivo. Para Óscar Caballero, de Saltando Charcos, lo mejor ha sido la apuesta por el deporte que, a su juicio, debería tener más impulso por parte de los ayuntamientos: «Una actitud saludable y deportiva en los jóvenes atenúa los peligros de situaciones de riesgo que puedan tener debido a su situación familiar o el entorno donde viven. El deporte puede frenar todo esto y cambia el que estén expuestos a situaciones de riesgo como drogas y consumo de alcohol, porque el botellón es una de las cosas que más nos preocupa como asociación».

En la Liga de Barrios -en la que han participado los equipos Gamonal City, Galaxy, Cedam, Soccer Master, Promoción Gitana y La Cueva- no hay árbitros sino que son los propios jugadores los que realizan esa función: «Esto ha pasado siempre cuando se juega en la calle, que son los propios chavales los que dicen si hay falta o no o si un gol es válido o no. Ellos se autogestionan y aprenden a respetar las reglas del juego. De esta manera, además, adquieren un vínculo y olvidan las rencillas anteriores», añade Nacho García, del Centro de Día de Apoyo al Menor de Cáritas, quien apunta la importancia del deporte para  ahuyentar la ansiedad o la agresividad.

Los educadores dicen que quizás la cosa no es como para hablar de que haya algún Messi en ciernes pero no niegan que hay cinco o seis críos «con los que saldría un equipo que podría hacer cosas muy buenas».

Palmarés

>Campeón: El equipo La Cueva, formado por chavales del entorno de la Plaza de San Agustín, ha sido el campeón de esta edición de la Liga de Barrios. Casi todos los partidos se han jugado en el polideportivo municipal Lavaderos y para costearse el alquiler todos los participantes han vendido calendarios.

>Pichichi: El Pichichi del campeonato ha sido Christian Trigo, jugador del equipo denominado Soccer Master, en el que participan críos de Gamonal Antigua y La Inmaculada.

>Premio Zamora: El galardón al portero menos goleado de la liga, que lleva el nombre del mítico cancerbero, ha recaído en Brayan Rojano.