Una luz en la oscuridad

@jorgealopez18
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El Aparejadores Rugby Club se ha consolidado como el proyecto deportivo más ilusionante de la capital

Si hay un equipo que en estos momentos invita a soñar en Burgos es el UBU Aparejadores. El rugby, que nunca dejó de existir en la capital pero pasó años en la penumbra, ha reflotado con fuerza, ha ganado su público fiel, ha creado una estructura de cantera envidiable y ya es uno de los mejores de División de Honor B.

El que el domingo disputó ante el Zarautz es la más clara demostración del crecimiento de este club. La temporada pasada el equipo, dirigido por Murré, completó una gran temporada, pero no fue rival para los guipuzcoanos (campeones) en ninguno de los dos encuentros disputados. Pero esta vez fue diferente. Ya en la sexta jornada (cuando las casualidades no existen), la lucha no era por ganar al líder, sino por mantener el puesto de privilegio en la clasificación. San Amaro presentaba una imagen envidiable, acorde con la ocasión; el equipo tenía una ilusión desbordante y hasta el final se mantuvieron opciones de victoria. El ajustado marcador final (24-27) bien evidencia los problemas que tuvo el poderoso Zarautz para llevarse el triunfo.

Se pueden lamentar los errores cometidos en el pateo a palos. Se puede maldecir la oportunidad perdida. Pero es mejor empezar a valorar seriamente al Universidad de Burgos como, con mucha diferencia, el proyecto más ilusionante del deporte de la capital. Hace dos años era impensable lo que hoy en día ya sucede: que la gente, cuando se entera de que eres periodista, te pregunte por el resultado del equipo de rugby.

Mientras el Burgos se enfanga un año más en la lucha por eludir el descenso, la posibilidad de tener baloncesto de ACB depende más de los juzgados que de la cancha y empresas, instituciones y aficionados no fuimos capaces de evitar que fueran desapareciendo equipos longevos y con éxitos a sus espaldas (voleibol y baloncesto femenino o fútbol sala masculino), el Aparejadores representa una luz de esperanza en plena oscuridad. En estos momentos en los que todos hemos visto imágenes del reciente Mundial ganado por Nueva Zelanda, es bueno recordar que este deporte se practica, a buen nivel, en Burgos. Y que los valores que transmite a la sociedad y los deportistas son más que positivos.

Pensar en altas cotas, en estar en máxima categoría es aún precipitado. Pero el proyecto crece con pasos firmes. Tiene un equipo cada vez más competitivo, con David Martín 'Morros' al frente. Su estructura de club es sólida y empieza a llamar la atención de niños cada vez más jóvenes. Tiene una pujante sección femenina. Y en breve contará con unas instalaciones de categoría para seguir progresando.

Uno, que es optimista, cree que algún día se darán las circunstancias para que sea posible jugar en División de Honor. No hoy, ni mañana, pero llegará el momento. Y mientras las cosas siguen su rumbo, ya es posible disfrutar de lo logrado, que para esta ciudad no es poco.