Nuevo ‘aviso’ del ramal ferroviario de Villalonquéjar al Ministerio de Fomento, vía de maniobras de algo más de siete kilómetros que actualmente da servicio a la factoría Adisseo, pero que años atrás sirvió como entrada de materia prima a otras muchas industrias. Si en 2015, y ante el deficiente estado de conservación de la infraestructura se decidió reducir de 30 a 10 kilómetros por hora la velocidad a la que podían circular los convoyes, en la jornada de ayer no hizo falta ni aligerar la marcha, ya que directamente no pudieron llegar finalmente a su destino.
Las altas temperaturas que agobian estos días a los burgaleses también tienen su efecto en las infraestructuras; el calor hace que los carriles de las vías en peor estado de conservación tiendan a moverse en estas circunstancias meteorológicas un tanto extraordinarias, y el ramal hacia el polígono lo sufrió este martes en sus propias carnes, ya que el tren que sirve a la Adisseo se encontró a unos metros de su destino las vías completamente dilatadas y fuera de su posición habitual. Esta incidencia obligó a cancelar el viaje y no quedó otro remedio que recular hasta la estación Burgos-Rosa de Lima, donde finalmente se pudo poner la máquina en cabeza y regresar a la terminal de Villafría.
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