«Si el fracking incumple las condiciones de los proyectos de impacto, se acabó el permiso»

B.D / G.G.U. / Burgos
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Baudilio Fernández Mardomingo | Delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos

Perfil. Nació en Burgos y es licenciado en Veterinaria. Funcionario de carrera, fue jefe del servicio de Agricultura en la Delegación hasta que dio el salto a la Dirección General de Producción Agropecuaria en 2003.
 
Baudilio Fernández Mardomingo afronta otro mandato como máximo representante de la Junta en Burgos con el optimismo que le caracteriza. De hecho, comienza la entrevista asegurando que «gestionar con mucho dinero es relativamente fácil. Gestionar la escasez es más complicado pero a la vez más atractivo porque obliga a echar mano del ingenio». Y este, dice, ha sido el recurso que ha permitido a la Junta «sacar adelante cosas y mantener los servicios sociales básicos» en tiempos difíciles. Al menos en lo económico.
 
Nos decía el secretario general de la Delegación: «No paramos. Muchos problemas y poco dinero».
Claro. Eso también nos obliga a ser más rigurosos en la gestión, a ser más cercanos. Nosotros hablamos mucho con los alcaldes de los 368 municipios menores de 20.000 habitantes que hay en la provincia. Obliga a más calor, a más cariño y a más apoyo técnico para suplir las carencias económicas en muchos casos.
¿Qué espina le quedan clavadas?
Evidentemente, y no es una espina sino una gran raspa, el Parque Tecnológico. Tenemos alguna otra obra pendiente, como la 627 en el tramo de Villanueva de Argaño a Villadiego, para la cual faltan unos 7 millones de euros; la circunvalación norte-este de Salas de los Infantes, que permitirá que dejen de pasar por el núcleo urbano unos 300 camiones cada día. El Parque Tecnológico no se ha podido acometer por dificultades burocráticas porque presupuesto hemos tenido todos los años, y lo otro porque no ha habido dinero.
¿Cuáles cree que serán las mayores dificultades de este recién renovado mandato?
El otro día la Junta aprobó el techo de gasto, que se eleva a 8.886 millones de euros, lo que significa muy poco crecimiento. El miedo que tengo es que la población crea que como estamos hablando de mejora económica vamos a tener dinero para todo y vamos a volver a la situación de hace seis años. Nada más lejos de la realidad. Hay que seguir siendo prudentes y gestionar y aportar los recursos a medida que los vayamos teniendo.
¿Qué objetivos tiene?
Hay cuatro infraestructuras básicas a parte de las citadas. Son el ramal ferroviario de Aranda, que ya tiene fecha de finalización 31 de octubre; el Parque Tecnológico y la ampliación del Centro de Transportes Burgos, que el miércoles tuvo ocasión de conocer la consejera de Economía y comprometerse a estudiarlo para hacer una aportación a esa gran obra cifrada en 10 millones de euros. Eso permitirá ampliar ese centro, porque los 300.000 metros actuales están ocupados en su totalidad, y buscar esas sinergias zona tierra-zona aire para que Aena pueda comercializar esa parte para hipotéticas industrias aeronáuticas de servicios y así dar más fuerza a la terminal de contenedores. Este año, a fecha 31 de agosto, hemos duplicado el número de contenedores. La última infraestructura sería la plataforma logística de Miranda. Hemos tenido alguna reunión y a partir de 2016 se lanzará la plataforma, algo que es imprescindible para la venta y posterior desarrollo del polígono de Ircio, que es el más grande de Castilla y León, con 2,5 millones de metros cuadrados y que ahora solo tiene  una empresa instalada.
La gestión del aeropuerto de Villafría ha supuesto un fracaso. ¿Cómo puede potenciarse esa infraestructura?
La Junta se salió de los cuatro consorcios de los aeropuertos porque había que aplicar los recursos donde eran necesarios. Hay que hacer una lectura del uso que queremos dar a esta instalación, si lo queremos para dar servicio a los burgaleses con vuelos regulares o para atraer turistas y riqueza. ¿Se puede potenciar la parte industrial del aeropuerto? Pues con el centro de transportes, sí. El de Burgos es el único aeropuerto de la región que es exclusivamente civil, el resto tienen un componente militar que les impide por definición tener allí instaladas industrias. Valladolid, León y Salamanca son bases militares en los tres casos, algo que no ocurre con Burgos. Y esto es lo que nos da capacidad para tener un desarrollo industrial.
¿Cómo? 
Con industrias auxiliares que se instalaran aquí porque sería más barato que en Barajas, por ejemplo. Con esa ampliación del Centro de Transportes habrá esa posibilidad. El transporte tiene su margen de crecimiento, aunque todo pasaría por una ampliación de la pista. Veo un futuro industrial en el momento en que consigamos la ampliación del CT Burgos.
¿Tiene la Junta constancia de alguna industria que se haya interesado por Burgos?
No. Solo tengo las noticias publicadas por el periódico de una empresa de pinturas. No sé más.
El plazo para la llegada del AVE sigue en el aire. ¿Cree que la Junta, y usted como delegado en Burgos, han reclamado con suficiente insistencia al Gobierno central con este asunto?
La ministra de Fomento se ha volcado con esta tierra en cuanto a infraestructuras dado el periodo de penuria que ha pasado. Las tres últimas veces que ha venido a Burgos siempre ha dicho que el AVE llegaría antes de final de 2015 si las condiciones técnicas lo permitían. Presupuesto hay, el problema es que el último tramo presenta enormes dificultades geotécnicas  lo que ha provocado el retraso. La obra avanza y en el primer semestre de 2016 estará aquí porque dinero hay para acabarlo. 
Para lo que no hay fechas es para la continuación de la línea hacia Vitoria.
El sentido de esta línea es que conecte con la Y vasca, que es lo que le dará además rentabilidad económica, que es algo muy importante. Sin duda, es una línea estratégica para nosotros.
A tres meses de las elecciones, la ministra de Fomento deja sin embargo el asunto del sobrecoste del desvío de Burgos sin resolver.
Desconozco como está el tema en concreto, pero es verdad que en esta legislatura debiera haber quedado resuelto.
Ha señalado antes que el tema del Parque Tecnológico más que una espina es una raspa. ¿Retomarán la obra antes de que acabe 2015?
La tramitación administrativa de ese Parque ha nacido gafada porque todos los días tenemos dificultades. Ahora estamos en dos trámites, por un lado el de las expropiaciones. Ya se les ha escrito a los 120 propietarios de los terrenos y eso es rápido porque aunque alguien no esté de acuerdo con el precio no vamos a parar la obra. Y la segunda parte es el plan de actuación, que ya está aprobado por las consejerías de Economía y de Fomento, y ahí tiene que haber alegaciones. En todo caso, pendientes de resolver esas alegaciones, tiene que estar un mes de exposición al público. Quiero pensar que a primeros de año empiecen las obras. Esto no es solo una espina que tenga clavada yo sino que la tiene la Consejería de Economía y el presidente de la Junta, que es el primero que tiene interés en que el Parque Tecnológico se haga.
¿Quizá el problema es que la Consejería de Economía no ha puesto suficiente cariño?
No. Ahí hubo unos errores administrativos de partida. Se tramitó mal. La burocracia ha sido el principal enemigo. Las materias urbanísticas son muy lentas y cualquier trámite se eterniza.
¿Cómo explicar semejante despropósito a la ciudadanía? 
He reconocido que ha habido errores de tramitación administrativa y cómo nos hemos tenido que retrotraer al momento inicial lo que ha costado tres años. Errar es humano y nosotros somos una administración muy buena, muy eficaz y muy eficiente pero cometemos errores algunas veces.
En época de vacas gordas se construyeron miles de metros cuadrados de polígonos industriales en la provincia que están como un solar. ¿Qué medidas puede adoptar la Junta para que tengan cierto movimiento?
Los que tenemos menos ocupados son Ircio, en Miranda, y Espinosa de los Monteros. Medidas ya se han tomado. Aquí se cacareó que Cantabria daba suelo gratis, cuando nosotros damos las mismas facilidades. Tenemos muchas modalidades y, además de vender, alquilamos un derecho de superficie. Y hay opción de compra. Es decir, que el factor coste del metro en el polígono no sea limitante a la hora de montar una empresa. No hacemos gastar un millón de euros en comprar; cobramos una renta y, a los cinco años, si la empresa funciona, se puede ejercer el derecho. El suelo es barato, y damos facilidades.
¿Qué hay del puerto seco de Pancorbo que, se suponía, también iba a finalizarse en 2015?
La infraestructura ferroviaria ya está acabada y la de urbanización se retrasó algo, pero ya se ha licitado. No sé si está adjudicada, pero el período de ejecución son seis u ocho meses y, a partir de ahí, ya podrán empezar a instalarse empresas. Confío en que sea un empuje importantísimo para el empleo en Miranda y en toda la zona.
Muy necesitada está Miranda de ese empuje.
Todos lo estamos. Pero las cifras de paro de Miranda son mejores que las de Aranda: 3.200 y 3.800 parados respectivamente, si no me falla la memoria. ¿Eso es bueno? No, es espantoso en los dos sitios, pero en Miranda algo se está movimiento: hay dos o tres empresas que han anunciado ampliaciones.
La aprobación de los proyectos para la extracción de gas mediante fractura hidráulica, el fracking, ha generado gran polémica en la provincia, sobre todo por la oposición manifiesta de las comarcas afectadas y de la Diputación, que también se sumó al ‘no’. ¿Cómo está solventando la delegación este asunto?
Una vez que tienen los permisos, nosotros tenemos la obligación de tramitar las evaluaciones de impacto ambiental. Los temas experimentales y de investigación  están excluidos de estas evaluaciones y, no obstante, la Junta dijo que había que hacerlas. Yo no he estudiado profundamente el fracking, pero no conozco ninguna opinión técnica autorizada que esté en contra. Ha habido una campaña muy activa hablando pestes de la fractura hidráulica y la gente se lo ha creído. ¿Ha habido campaña sobre los beneficios? Probablemente no, por lo que la gente se ha quedado con lo que conoce. Campaña, por otra parte, intolerante. Yo he visto cómo quince o veinte personas cercaban a la exalcaldesa de Villarcayo y ella era partidaria del fracking, pero a partir de aquel día se puso la pancarta en contra en el Ayuntamiento. En la UBU iba a haber una jornada, pero no hubo forma de celebrarla. Ese es todo el diálogo que ha habido.Y dicho esto añado que es algo que creo que es bueno, pero no prioritario para la Junta.
Dice que hay una campaña por el ‘no’, pero la Junta aprobó los proyectos en base a unos argumentos concretos. ¿No cree que quizá, debiera haberlos dado a conocer para facilitar ese otro punto de vista?
Hay unas cuadrículas de investigación concedidas por el ministerio o por la Junta y nosotros tenemos que tramitar los proyectos de impacto. El fracking no es nuestra prioridad, y no lo digo yo, lo ha dicho el presidente Herrera. Pero a la investigación no podemos ni debemos negarnos; por lo menos, saber lo que tenemos. Y, por otra parte, la evaluación de impacto no es solo decir si sí o si no, hay que analizar lo que dice la empresa, lo que dicen las alegaciones y luego, si se concede, siempre se ponen condiciones. Es decir, suponiendo que fuera positiva, habría vigilancia. Y si se dice que en un pozo de agua se gastan 10.000 metros cúbicos al año, se comprobará. Y si es más, se acabó el permiso porque se han incumplido las condiciones. Nosotros no solo nos limitamos a dar, hacemos seguimiento y la comprobación de que las condiciones se cumplen.
¿Están acabadas las declaraciones de impacto?
No, están en trámite. Han estado expuestas al público y se han recibido las alegaciones, aunque no sé cuántas.
Suponiendo que estuvieran, ¿se darían a conocer antes de las elecciones generales?
No creo que dé tiempo porque supongo que habrá centenares de alegaciones. Intentamos ser ágiles, pero las convocatorias electorales no interfieren en nuestros tiempos. Yo no voy a retrasar ni este ni otros permisos porque haya unas elecciones.
Dice que acorralaron a la exalcaldesa de Villarcayo por este asunto. Y a usted, ¿qué le dice la gente sobre este tema?
Aquel día de la corrala estaba yo al lado, pero bueno... Yo creo que en este cacho de tierra somos libres y podemos movernos; yo no dejo de hacerlo porque me vayan a decir las cosas. Al contrario.
¿Qué margen de maniobra tiene con decisiones que toma la Junta en Valladolid y que luego tiene que explicar usted aquí?
¿Con qué tipo de decisiones?
Por ejemplo esta, la fractura hidráulica.
Nosotros siempre dijimos que para investigación y experimentación no hace falta impacto pero que en este caso se iba a pedir. Y, en segundo lugar, se va a aprobar en la comisión regional para tener el mismo criterio si hay otras provincias. El margen de acción... Es una comisión la que da el favorable o no y eso luego va a la regional. En otro tipo de proyectos estoy todo el día hablando con consejeros y directores generales y hay decisiones que tomamos en conjunto.
Pero, ¿cuántos puñetazos ha tenido que dar para defender o impulsar proyectos de Burgos?
Yo no doy puñetazos sobre la mesa, soy partidario de la persuasión. Y juego con una ventaja muy grande, que es que buena parte de los altos cargos fueron compañeros míos y en las direcciones generales y son amigos. Descuelgo el teléfono y hablamos. Y muchas veces, se hace.
Tras las inundaciones de invierno, el Ministerio de Agricultura comprometió una inversión de dos millones para Burgos. ¿Cuánto se ha invertido ya?
Esa ayuda fue en obras. Tuvimos dos reuniones sucesivas y nos dieron un catálogo de obras que pensaban hacer y que era ampliable, luego está abierto. Todas las que hemos propuesto están programadas y se pueden hacer. Y estamos pendientes de cerrar un protocolo muy importante porque permite actuar de forma inmediata en los cauces. Si no, para cualquier intervención hay que ponerse de acuerdo con Medio Ambiente y la Confederación y se tarda un año. Con la del Duero lo tenemos solucionado y hay un diálogo fluido, pero con el Ebro no. Hemos hecho la propuesta a través de la directora general del Agua y estamos pendientes de que el protocolo se firme.
Las facturas de luz y coste del equipamiento del HUBU, así como el número de tarjetas sanitarias, fueron cuestiones que acabaron en el Juzgado. ¿Cómo van esos procedimientos?
Hemos ganado todos los procedimientos interpuestos por la concesionaria ante el Contencioso.
¿Eso ha enturbiado las relaciones con Eficanza?
En el día a día hay diálogo. Tengo una relación fluida con la concesionaria; pertenezco al consejo de administración, voy en nombre de la Junta, pero nada más. Me consta que no hay problemas mayores.
Donde no cesa el debate es en el terreno político. El PSOE insiste en denunciar el sobrecoste de esta infraestructura.
El Consejo de Cuentas determinó que no se había producido un sobrecoste sino sobreinversión. Y eso es clarísimo. Cuando yo llegué aquí me encontré la polémica de hospital público-hospital privado. Había personas que tenían interés en mostrar este centro como un hospital privado. Los burgaleses se han convencido que es un hospital magnífico, que no tienen que pagar nada y que les atienden los mismos profesionales que lo hacían en el Yagüe. Luego empezaron con lo del sobrecoste, como si aquí hubiera habido un desparrame de dinero. Y la tercera batalla que han emprendido, y creo que todo con intención política, es la del rescate, sin saber si podría ser beneficioso o perjudicial para la administración.
El momento actual es que la inmensa mayoría de los ciudadanos, y nosotros tenemos encuestas de satisfacción, están contentos con el trato del hospital, con los profesionales. ¿Es más caro, es más barato gestionar el hospital de esta forma que hacerlo nosotros? No lo sé. Los hospitales son siempre muy caros. Habría que hacer las cuentas. Creo que en las Cortes se va a aprobar una comisión de estudio sobre el Hospital Universitario de Burgos y ese momento es una magnifica oportunidad para estudiar las cifras y ver si Burgos es más caro que Salamanca, Valladolid o León.
¿Ha hablado usted de esa reversión con el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado?
No. Con el consejero he comentado los movimientos que había en Burgos con respecto a la reversión y las manifestaciones que se han registrado, aunque han sido una quinta parte de multitudinarias de la gente que se lanzó a la calle pidiendo un nuevo hospital. Aún así, es un movimiento que hay que escuchar, que creo que tiene un trasfondo no claramente asistencial, pero hay que respetarlo. Lo que nunca he hablado con el consejero es de si cabe la posibilidad de rescatarlo o no.
Hace un año, el consejero declaraba que la Junta iba a intentar ser más proactiva en este tema, que iba a intentar explicar las cosas y eliminar algunos fantasmas con respeto al HUBU. ¿Qué han hecho en este sentido?
De la misma forma que he dicho que los burgaleses se han convencido de que eso no es un hospital privado, algunos profesionales, al principio, manifestaban rechazo. Después se han ido resolviendo cosas, y ahora, en su abrumadora mayoría, están encantados con el hospital y con el equipamiento. ¿Hemos hecho algo por mejorar esto? No. Es el día a día. En esta legislatura se abre una etapa diferente en la sanidad, hemos tenido las bridas muy tensas y ahora las vamos a soltar.
¿En qué sentido?
Hay que hacer algo en Atención Primaria, que es la medicina más humana y próxima. En los próximos cuatro años se nos jubilan 600 médicos y no es fácil encontrar sustitutos. Este verano hemos sudado, porque no hay. Aunque el Consejo General diga que hay muchos profesionales en paro, que nos digan dónde están. Nosotros hemos llamado incluso a Andalucía. También tenemos que mejorar bastante en lo relativo a la imbricación y la implicación de la atención Primaria y de la Hospitalaria. Hay muchísimas cosas que ven los especialistas que los tendrían que ver y  solucionar en Primaria.  Lo que se plantea para esta legislatura es una aproximación y una confluencia de procedimientos para beneficio del paciente.
¿La dificultad para encontrar médicos no puede estar también en la precariedad laboral en la región, que ellos han denunciado?
No. Hablamos de Atención Primaria, donde entran con interinidades, aparte de los médicos de área que refuerzan las zonas básicas de salud. Esta medicina es menos llamativa que la hospitalaria y el medio rural es duro. En esta legislatura tienen que empezar a tomar más protagonismo los centros de salud. Se les debe dotar de más medios de diagnóstico y mejor tecnología para estar al servicio de los pacientes. 
¿El mapa sanitario en el medio rural está ya cerrado?
Sí. La red está completa, hay incluso consultorios en pueblos de tres y cinco habitantes. En esta legislatura se va a hacer el hospital de Aranda y el centro de salud que sustituirá al actual García Lorca y que multiplicará por tres el espacio. En este último caso ya tenemos calendario. Además, el centro de salud de Salas de los Infantes se haya en fase de licitación del proyecto. El día 23 de septiembre se abrieron las plicas y su tramitación será casi coincidente con el centro de salud de Gamonal, de ahí que se licitará a finales de 2016 para empezar a construir en 2017. 
Los recortes aplicados por el Gobierno regional también han tenido consecuencias en la asistencia sanitaria.
Es verdad que a los médicos se les han recortado las peonadas, por ejemplo, y que afirmamos que había que aumentar el número de enfermeras y no se ha hecho. Pero ahora la forma de gestionar es otra y necesitamos menos mano de obra. La informatización ha permitido ganar tiempo y recursos y la necesidad de personal es diferente. Lo que ha ocurrido es que ha aumentado exponencialmente el número de pruebas, lo que eleva la lista de espera.
Tras las municipales, Juan Vicente Herrera dijo que, quizá, había que mover alguna ficha en el partido. ¿Cree que el PP ha hecho los cambios que le reclamaba la ciudadanía?
Supongo que en la provincia y en la región se moverán cuando se celebren los respectivos congresos, pero creo que tiene que haber renovaciones de todo. Los ciudadanos lo están pidiendo y nos han sancionado, la de Cataluña ha sido importante. Están reclamando savia nueva y tenemos que acomodarnos a los tiempos.
¿Sabe si va a ha haber cambios en la cúpula del partido en Burgos?
No tengo ni idea.
Y sobre los cambios que ha hecho la dirección nacional, ¿cree que eran los que se reclamaban?
Quizá había que cambiar algo más. En el partido y en el Gobierno. Y con esto no me refiero a que hubiera que cambiar de personas, sino a que hay determinadas veces en las que se ve que las normas las hace gente que no ha andado mucho por el mundo. La reforma del Régimen Local, se veía que la había hecho gente que no conocía el territorio; suprimir los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes solo se le ocurre a alguien que no ha salido del despacho del paseo de la Castellana. A todo gobernante le conviene salir mucho por la calle para enterarse, y eso sí que se echa de menos.
El mandato de Rajoy está a punto de terminar. ¿Cómo cree que van a afectarles los resultados de Cataluña?
Cataluña ha sido un palo importante para España y del que todo el país debería aprender, porque no hemos hecho bien las cosas en treinta años. Hemos permitido que se inculcara en la educación durante muchos años el ‘España nos roba’ y de aquellos polvos estos lodos. Y, además, ha habido sentencias que nadie se ha preocupado de cumplir ni de hacer cumplir. Creo que todo partido con sentimiento nacional, y con esto no me refiero al ‘viva España’ sino a la vocación de identidad nacional, tenían que estar absolutamente de acuerdo. Tiene que haber un ejercicio de responsabilidad y quienes piensan que Cataluña es España deben unirse en un proyecto común. Los grandes partidos deberían hacer un ejercicio de responsabilidad.
Hablando de responsabilidad, ¿qué opinión le merece el caso del concejal Fernando Gómez y el tema de las dietas?
No conozco el asunto más que por la prensa. Es bueno que se investigue y a partir de ahí sacar conclusiones y hacerme una opinión medida y adecuada. Eso sí, que se conozca toda la verdad.
Pero en este caso se habla de una duplicidad, cobraba por gastos que ya se habían cubierto.
No está bien lo que ha hecho, pero hay que solucionarlo, y la forma de defenderlo no ha sido brillante. Creo que más que pedir que se pasen gastos, la Administración debería solucionar esto estableciendo un presupuesto concreto diario para gastos cuando se viaja al extranjero.
¿Debe dimitir? ¿Debe ser cesado?
Dimitir está en la ética de cada uno y no sé hasta qué punto el Ayuntamiento puede cesar, seguramente no.
Sí puede retirarle la cartera de Cultura y que pase a ser concejal no adscrito.
Eso sí se puede hacer. ¿Deben? Creo que se arreglará en buen sentido para los ciudadanos, que es lo que importa.
¿Ha hecho el PP todo lo que podía frente a la corrupción?
[Silencio] Creo que sí, que ha respetado las decisiones judiciales y otra cosa es que éstas sean exasperadamente lentas. La Justicia, si tarda mucho tiempo en establecerse, deja de ser tal. El PP ha limpiado todo lo que tenía que limpiar y estoy seguro de que las cuestiones que han ido conociéndose, no las sabía el partido en su mayoría. Y ha respetado las actuaciones judiciales, pero es que estas deberían ser mucho más rápidas. Sobre todo, porque hay 16 millones de españoles que lo han pasado muy mal mientras veían que algunos golfos se lo llevaban con las dos manos. Y, por eso, si queremos que la Justicia sea ejemplificante, esto tiene que ser más rápido.