Un triunfo muy coral

AGENCIAS
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Isco, Benzema, Casillas y Pepe se reivindican ante el Barcelona con un gran partido

Un triunfo muy coral - Foto: SERGIO PEREZ

Pepe, Íker Casillas, Karim Benzema e Isco: la ‘estrella’ del Real Madrid en el ‘clásico’ no fue ayer Cristiano Ronaldo, quien, a pesar de marcar de penalti, no tuvo una influencia real en el juego y triunfo final de los blancos.

El conjunto de Concha Espina ganó con toda claridad y ni siquiera necesitó encontrar la mejor versión de su futbolista más destacado, cuya única aparición llegó a los 34 minutos con una pena máxima transformada que supuso el 1-1. Fue su decimosexto tanto en nueve jornadas de la Liga española.

Pero más allá de esa intervención, el de Madeira no fue el ciclón del último mes. Erró pases claros, equivocó decisiones y hasta ofreció señales de ansiedad. Fue como si quisiese ponerse a la altura de sus compañeros con más revoluciones de las necesarias. De hecho, recibió una tarjeta amarilla en el tiempo de descuento por un incidente con Dani Alves.

El primer héroe del Real Madrid fue inesperado. Respondió al nombre de Pepe. No hay jugador más odiado por la hinchada del Barcelona. Si en anteriores ‘clásicos’ aparecía como un jugador ‘hiperexcitado’, hasta violento, la llegada de Carlo Ancelotti actuó como un anestesiante de su adrenalina. El defensa portugués fue el encargado de poner por delante al Real Madrid, que remontó el tanto inicial de Neymar. «¡Pepe, Pepe, Pepe!», gritó extasiada la hinchada ‘merengue’.

«Ha sido un regalo para él, ha marcado un buen gol», explicó después su compañero en la zaga Sergio Ramos.

Lo siguiente que ocurrió, la sentencia, fue el tercer gol del bloque de Concha Espina. Fue a la hora de partido, cuando Isco escenificó su transformación. Conocido hace dos años por su talento para la estética, Ancelotti le exigió sacrificio para ser titular y el volante captó el mensaje. El andaluz persiguió un balón que parecía condenado al fracaso. Andrés Iniesta se enredó, el malagueño robó y la delantera creó una contra perfecta que culminó en Benzema. «¡Isco, Isco, Isco!», fue el siguiente grito apoteósico del Santiago Bernabéu.

Precisamente, el futbolista francés fue varios delanteros a la vez. Supo descargar, hizo desmarques indescifrables, dio pases con sentido y hasta anotó un tanto. El galo ha marcado en los últimos cuatro ‘clásicos’ jugados en el Santiago Bernabéu.

Además, parece haber recuperado el afecto de una grada que no siempre le ha reconocido sus valores. Fue su enésima reconquista.

La última estrella blanca fue Íker Casillas, quien protagonizó una jugada que, sin duda, varió el devenir del duelo en sus primeros instantes. A los 22 minutos, con el Barcelona ganando 1-0, el arquero blanco realizó una intervención, a tiro de Leo Messi, más parecida a un milagro que a una parada. Recordó al guardameta de sus mejores tiempos. Una acción que cambia un duelo.

No muchos minutos antes de ese momento, el capitán ‘merengue’ había recibido tímidos silbidos de un sector de la afición blanca por unos defectuosos pases a sus compañeros. Así es el fútbol: de villano a héroe en cuestión de minutos.

La afición del Real Madrid se marchó a casa con sonrisas y ,a diferencia de tantos otros días, pocos se acordaron de Cristiano Ronaldo. En su pensamiento estaban otros nombres, futbolistas como Pepe, Casillas, Isco o Benzema. Ellos y lo que se llama ahora ‘la cultura del esfuerzo’ posibilitaron el triunfo blanco frente al eterno y odiado rival.